Como lo hemos repetido hasta el cansancio, mientras no acaben con los antros o emborrachadurías que pululan por toda la ciudad no tendremos seguridad. Tiene que dejarse de hacerle al Tío Lolo el Ayuntamiento y cerrar todos aquéllos que no cumplen con los requisitos y no cumplen con los ordenamientos legales, y dejar de proteger a sus cuates cuando la inseguridad sigue escalando cada día peor en la ciudad.

Esta semana tuvo que venir una gente de fuera para repetir lo que hemos señalado durante meses, sin que nadie haga caso. Mire usted: Alfonso Valenzuela Aguilera, Director de Observatorio de Seguridad Ciudadana en cuestión social en la UAEM, informó que en los últimos cuatro meses han venido trabajando sobre asociación de lugares con delitos particulares, y han detectado que bares y discotecas son lugares donde se articula el crimen organizado.

Indicó que en estos lugares ya empiezan a operar de forma estructural y son centros de articulación y vinculación de delitos, en lo que tienen toda la razón, y que son la fuente principal del crecimiento de la delincuencia en Cuernavaca.

Si el ayuntamiento no lo soluciona, es porque no quiere o porque protege a ciertas personas. Y es muy fácil: le tiene miedo a los Ayudantes Municipales, quienes otorgan permisos de funcionamiento a cambio de dinero; ya lo declaró el Presidente Municipal, ¿y de qué sirvió?, de nada, pues los intereses son tan fuertes que los funcionarios fingen demencia y lo único que se produce es que la delincuencia siga creciendo.

Mi amigo Andrés Remis Martínez, Secretario de Desarrollo y Turismo de Cuernavaca, comentó que los establecimientos clandestinos de bebidas alcohólicas en Avenida Universidad y los bares de los ejidos de Acapantzingo, tendrán que regularizarse de acuerdo con las medidas establecidas por el Ayuntamiento y las licencias de funcionamiento. El problema es que no sólo son ésos, sino que existen cientos de bares en Chamilpa, Ahuatepec y Ocotepec, pero parece que les tienen miedo y no les hacen nada a los sitios donde funcionan diariamente y toda la noche, sin permiso, con menores de edad y hasta con tráfico de menores y tráfico de personas en general. Nada más hay que ver a los muchachitos y las niñas menores de edad que con tres cervezas se pierden y que no saben ni con quién pierden, en lugares donde la prostitución es clara, a pesar de que está prohibida en ese tipo de bares.

Declaran, declaran y no arreglan nada. Cierran un bar y hacen un escándalo, pero a la semana abren cinco más y nadie dice nada.

Entiendan que la matriz de la delincuencia funciona como lo señala el representante del Observatorio de Seguridad Ciudadana, y no lo señalamos aquí por necedad, sino porque es una realidad de acuerdo a los estudios que se han realizado; pero, con tal de no hacer olas, permiten que los bares crezcan. Nada más hay que ver en el centro los de Lerdo de Tejada, en donde se viola toda la normatividad y ya los volvieron a abrir. Quisiéramos saber quién es tan influyente que puede tener un antro violando todas las reglas; así hagan lo que hagan las autoridades, nada les saldrá bien, se les olvida que la técnica del avestruz de esconder la cabeza es una mala técnica; el cargo les puede durar tres años, pero la vergüenza toda la vida, por ello es importante la ética personal y digan lo que nos digan no la encontramos en sus acciones.

Comentó que la Dirección de Gobernación es la instancia encargada de clausurar dichos establecimientos, en caso de tener pendientes en Obras Públicas o Protección Civil. Que ya dejen de echarse la culpa por los antros. Si en verdad quieren acabar con la inseguridad, que actúen.

Sobre los establecimientos de bebidas alcohólicas en la Plazuela del Zacate, comentó que también deberán regularizarse según las reglas del nuevo reglamento, las cuales determinan que dichos negocios deberán incluir tres tiempos de alimentos. “No podemos seguir permitiendo esa sobreoferta de alcohol a precios ridículos, que han dado al traste con la imagen de Cuernavaca, y que ahora se ofrezcan productos completamente achaparrados; tenemos que volver a poner en valor la ciudad”, muchas palabras, pero nada de realidades. En verdad, deben dejar de ser necios, porque mientras no pongan orden, pero orden de verdad, haciendo que se cumplan todas las reglas, habrá que investigar quiénes son los socios para saber quién es el influyente; que ha de ser un hampón de cuello blanco.

Actualmente existen 760 licencias de giros rojos que cumplen con todos los requerimientos y ordenamientos, pero enfrente de una escuela no podrían estar, ni detrás de un hospital pared con pared. Que dejen de decir mentiras y poner pretextos, en el resultado llevarán la penitencia. Así no arreglaran nada y cada día estaremos peor. ¿No cree usted?

 

Teodoro Lavín León
lavinleon@gmail.com   Twitter: @teolavin

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