Después de la toma de posesión del nuevo Gobernador Constitucional del Estado de Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo, y del gabinete legal, sólo falta para completar que se llegue a la negociación con el Congreso del Estado para que apruebe la Ley de la Administración Pública estatal, la cual se quedó atorada no sabemos con qué fines; la verdad es que resulta muy extraño lo que sucedió y al parecer tiene un fondo político.
Se dice que la coalición “Juntos Haremos Historia”, integrada por los partidos Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES), que llevó a la gubernatura a Cuauhtémoc Blanco Bravo, está rota en Morelos y no operará como alianza legislativa ni de gobierno, lo que es muy cuestionable. Además, mañana estará en Morelos Andrés Manuel López Obrador, y si es necesario lo arreglará sin mucha dificultad.
A pesar de las declaraciones del ex dirigente del PES Hugo Eric Flores Cervantes y del dirigente local de Morena, Gerardo Albarrán Cruz, la situación es, al parecer, una forma de llamar la atención y tiene que ver con la repartición de los espacios políticos en el gabinete; el PES prácticamente ya desapareció y Morena tiene un presidente electo que meterá orden en el momento adecuado.
La Ley Orgánica de la Administración Pública no es de una importancia tan fundamental que paralice un gobierno, la polémica habrá que enfrentarla y los diputados están en este momento acomodándose y buscando el mayor protagonismo, y eso también influye en su manera de comportarse.
Que se ha roto la alianza es una manera quizá muy burda de ver las cosas, habría que hacer un análisis serio de los factores que hacen que esto se vea sólo en la superficie. Decía don Jesús Reyes Heroles que le importancia del fondo político en las formas es fundamental, y así habrá que verlo.
Siempre que comienza un nuevo gobierno hay desajustes, no es que las cosas estén mal, sino que verdaderamente el acomodo de las piezas políticas no se ha terminado de dar, y la presencia de la que será la próxima secretaria de Gobernación en el acto de toma de posesión, además de la visita del día de mañana del presidente electo desmienten las versiones de rompimiento con el nuevo gobierno estatal.
Que los diputados están peleando su espacio para ver cuáles de ellos tienen verdadera influencia en las decisiones legislativas es natural, acaban de empezar y tienen una carga demasiado pesada, pues hay que revertir muchísimas de las trampas que el régimen anterior les dejó.
¿Para qué?, pues para que suceda lo que se ve en la superficie, que hay pleito y no hay unidad, porque eso es lo que le conviene al régimen anterior que perdió todo en las urnas y ahora buscará recuperar de una u otra manera. Por eso es que los momentos de transición son tan importantes en política, ya que ellos son los que muchas veces definen el futuro de lo que se trata de lograr.
Desde luego que el gobierno anterior dejó todo hecho bolas y lo más enredado posible para que el gobierno nuevo no pueda actuar; primordialmente, que tenga tanto trabajo que no le dé tiempo de perseguirlo, pero la verdad es que aquí lo vemos muy claro: la visita de AMLO del jueves le da al régimen del gobernador Cuauhtémoc Blanco un espaldarazo fundamental e importante, se acabarán los chismes sobre el supuesto pleito y el gobierno podrá transitar de manera más fluida.
Las declaraciones de los actores hay que analizarlas de acuerdo a la situación política y, al mismo tiempo, de acuerdo a su historia para ver con quiénes tratamos.
Tenemos que ver claramente cómo las declaraciones de los líderes están de acuerdo con su papel. Mire usted, Hugo Eric Flores Cervantes dice: “Lo que ocurre en el Congreso del Estado de Morelos es lamentable y vamos a seguir dialogando, la intención es poder llegar a acuerdos, porque sí es lamentable que hasta ahorita no hayamos podido concretar la coalición legislativa”.
Por su parte, Gerardo Albarrán Cruz señaló que el grupo parlamentario de Morena en el Congreso está trabajando con el “compromiso de cumplir específicamente el proyecto alternativo de nación sustentado en (…) la lucha contra la corrupción y la impunidad y la construcción de gobiernos de austeridad”.
Nadie ha roto con nadie y este problema tiene solución en cuanto las piezas se acomoden; hay quienes quieren hacer más grande el asunto para ver qué provecho sacan. Pero la solución está en puerta, y si no, al tiempo. ¿No cree usted?
A cincuenta años de la masacre de Tlatelolco, los que éramos estudiantes en aquel entonces repudiamos la matanza de la Plaza de las Tres Culturas. Que no suceda nunca más algo semejante.
Por: Teodoro Lavín León
lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin