La instalación del nuevo Consejo de Inversiones en la Secretaría de Desarrollo Económico y del Trabajo de Morelos llega en un momento crítico, por un lado, el estado busca consolidarse como destino competitivo para proyectos productivos; por el otro enfrenta golpes recientes que ponen en riesgo cadenas productivas y empleos locales. Un consejo bien diseñado puede ser la herramienta que articule respuestas rápidas y planes a mediano plazo para transformar la crisis en oportunidad.  

¿Por qué importa este consejo para Morelos? Primero, porque concentra en un solo foro la capacidad de coordinar a dependencias estatales, municipios, el sector privado y la academia. En la práctica eso significa que propuestas de inversión —desde parques industriales hasta turismo de alto valor— tendrán una ventanilla única para su seguimiento, acompañamiento institucional y resolución de obstáculos reglamentarios. Esa coordinación reducirá tiempos, costos y la incertidumbre que tanto desanima a inversionistas.  

Morelos no es un territorio homogéneo, tiene vocaciones claras —agroindustria, manufactura ligera ligada a autopartes y farmacéutica, y un potencial turístico alrededor de Cuernavaca y la zona conurbada— que el consejo puede priorizar en portafolios de inversión con ventajas competitivas reales. Según datos de exportaciones y estructura productiva, sectores como medicamentos y partes de vehículos ya cobran peso en la economía estatal; apuntalar éstos con políticas precisas es más efectivo que ofrecer incentivos genéricos.  

 Transparencia y evaluación: El consejo debe fijar metas claras (empleo neto creado, inversión captada, salario promedio, negocios consolidados) y publicar avances. Esto no sólo refuerza la rendición de cuentas, también crea confianza entre empresas y trabajadores. Sin métricas públicas, los organismos quedan en buenas intenciones; con métricas, se actúa y se corrigen políticas.  

La urgencia se hace tangible con el impacto del cierre anunciado de la planta CIVAC de Nissan en Jiutepec. El anuncio, que dejó en incertidumbre a alrededor de 2,400 trabajadores y a miles más en empleos indirectos vinculados a la cadena de valor local, muestra que Morelos necesita una estrategia para minimizar la pérdida de derrama económica y reconvertir capacidades productivas. El Consejo de Inversiones puede diseñar programas de reindustrialización, incentivos para proveedores a reconvertirse y esquemas de capacitación técnica para recolocación laboral. El País+1

¿Qué roles concretos debería asumir el consejo en Morelos? Identificar terrenos, parques industriales, y proyectos turísticos o logísticos listos para inversión, y presentarlos en la plataforma digital “Invierte en Morelos” que facilite la oferta y reduzca fricción para los inversionistas. (Esta plataforma ya se ha anunciado como parte de la estrategia estatal).  

Acompañamiento integral: Comprende desde trámites y permisos hasta vinculación con educación técnica y universidades, para que la mano de obra local se adapte a las demandas de nuevas inversiones. La coordinación con la SEP, universidades y centros técnicos será clave.

Programas de reconversión productiva: Ante cierres como el de Nissan, crear rutas rápidas para empresas proveedoras (proveedores de autopartes, logística, etc.) que busquen nichos alternos o modernización tecnológica. Aquí la colaboración con cámaras empresariales y sindicatos deberá ser proactiva. El País

Incentivos transparentes y temporales: Implica diseñar incentivos ligados a metas concretas (empleo, capacitación, encadenamiento productivo) y sujetos a evaluación para evitar discrecionalidad y clientelismo.

Atracción de inversiones sostenibles: Mediante priorizar proyectos que generen valor agregado y respeten criterios ambientales y laborales; no todo “dinero” es igual, la calidad de la inversión importa para tejido social y salarios.

¿Quiénes deben estar en el consejo? Además de la secretaría encabezada por José Víctor Sánchez Trujillo como interlocutora principal, es recomendable integrar representantes del sector privado (empresas y cámaras), universidades locales, municipios con mayor capacidad de atracción y sociedad civil organizada. La figura del secretario técnico —Iván Elizondo Cortina ha sido mencionado como parte del proyecto— servirá para dar seguimiento operativo a acuerdos y proyectos. Gobierno del Estado de Morelos+1

Riesgos a evitar: Que el consejo sea decorativo, que no tenga presupuesto ni facultades reales, o que se convierta en plataforma de discrecionalidad política. Para evitarlo, se necesita un marco legal claro, recursos asignados y una agenda pública con indicadores y rendición periódica. También conviene evitar duplicidades con otros órganos federales o municipales para no dispersar esfuerzos.

En cifras: Morelos mostró crecimiento en su actividad económica en los últimos años y cuenta con sectores exportadores relevantes (p. ej. farmacéuticos y autopartes) que pueden ser palancas de desarrollo si se articulan bien las políticas. El cierre de un gran empleador como la planta CIVAC resalta porque esa articulación no es un lujo, es una necesidad para proteger empleos y la capacidad productiva local. INEGI+2Economía+2

 El Consejo de Inversiones puede ser una pieza estratégica para que Morelos transforme vulnerabilidad en competitividad. Si se instala con liderazgo técnico, presupuesto, participación plural y metas medibles, tendrá la capacidad de atraer proyectos que generen empleos de calidad, reconvertir cadenas productivas afectadas y consolidar un desarrollo estatal más resiliente. Ahora toca que las palabras se traduzcan en hechos como ventanilla única funcional, portafolio digital vivo, programas de reconversión y transparencia permanente. Morelos tiene activos —ubicación, sectores con capacidad exportadora y capital humano—; el reto es convertirlos en inversiones que permanezcan y beneficien a la mayoría. ¿No cree usted?

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