Ahora resulta que muchos de los que conocemos como entes políticos han cambiado para volverse anti políticos, y la situación en Morelos está divertida, pues los grupos, sobre todo los que manejan el dinero y son los que tienen mayor poder, están ya enfilados con aquéllos a quienes pudieron meter en diferentes candidaturas de los partidos políticos.
Hay como en tamalería, de chile, de dulce y de manteca, algunos sin progenitora a la vista ya que, después de haber dado uno de los espectáculos más tristes de la historia de Morelos, quieren resucitar empujados por el deshonesto ex gobernador Graco Ramírez, quien, al parecer, anda movidito para ver cómo le pone el mayor número de piedras en el camino al ejecutivo estatal; la bronca entre Graco y Cuauhtémoc, por lo visto, sigue y sigue fuerte.
Prueba de lo dicho, es que Graco buscó y logró crear su propio partido, el tal “Morelos Progresa”, en el cual militan todos los ex miembros de la anterior legislatura. Oficialmente, lo han formado aquellos que de manera incondicional lo apoyaron, sin ningún recato, hasta en los robos más descarados, como el del terreno del ahora Congreso del Estado o el del Museo Juan Soriano y el de la Reconstrucción, donde nada más la compra del terreno les dejó una buena lana.
La falta de responsabilidad de muchos de los funcionarios, y la gran incapacidad de la actual legislatura, ha hecho que los rateros del régimen anterior sigan tan tranquilos; al ejecutivo estatal le ha hecho falta alguien con verdadero colmillo político que le ayudara a detenerlos. Hacer los doscientos anuncios acerca de “que se robaron tanto y ya los vamos a meter al bote” y que no pase nada, y otro igual y no tampoco pase nada, parece una burla a la ciudadanía. La verdad es que no ha tenido junto el ejecutivo del estado alguien que le diga cómo y por dónde, porque de que se puede, se puede, nada más es cuestión de conocimiento y mañas.
Porque meter a chirona a un deshonesto vende conflictos como Graco no es sencillo. Mire usted, el tipo es tan hábil que a sus candidatos los tiene repartidos en varios partidos, gente a la que está apoyando de manera especial; los ex diputados son los que pone al frente para que se les pegue, pero en la retaguardia anda buscando tener el mayor número de diputados para ver cómo golpear al actual gobernador, ya que su idea es expulsarlo del estado.
Nosotros vemos a los candidatos de manera verdaderamente inocente, mientras muchos de ellos tienen cola pero muy grande, y la pulverización del voto con 23 partidos políticos va a permitir que el que llegue lo logre con muy pocos votos; y hay dentro de los candidatos gente conocida que puede tener la oportunidad de alcanzar un número considerable que los lleve al Congreso.
El sábado pasado, en famoso restaurante, estuvo todo el día el PES junto a todos sus candidatos y a los que ahora se le han acercado para ver que sacan; es un partido sin fondo, pero con muchos recursos, pues pagar una cuenta como la del sábado se habrá llevado toda la prerrogativa del año, porque no es barato.
Por más esfuerzo que supuestamente ha hecho la autoridad electoral, el problema del financiamiento de los partidos políticos es algo que no ha podido y no puede lograr por ser juez y parte al mismo tiempo, pues las autoridades electorales no son puras, también tienen su corazoncito y pertenecen o simpatizan con determinado partido político, sobre todo en un tiempo como éste en el que necesitan apoyo en el Congreso, pues no se les vaya a ocurrir a los diputados hacer que desaparezca el Consejo General del INE en pleno, como le pasó a Ugalde; así que más les vale tener de dónde agarrarse para que no se los lleve la corriente.
Para votar en esta elección hay que analizar candidato por candidato. Olvidémonos de los partidos y veamos a cada una de las personas y sopesemos quiénes podrán o tienen las cualidades para ser verdaderas legisladoras o legisladores auténticos; son 8,700 los registrados y habrá que buscar a los que valgan la pena.
Esta elección a nivel federal decidirá el rumbo del país para los próximos años, y al local nos dará el panorama que tendremos en breve; la nueva autoridad no va a acabar con la inseguridad de un día para otro, pero estaría bueno que fuera recuperando las zonas donde no hay autoridad y la delincuencia manda. ¿No cree usted?