A treinta años de haberse constituido Amigos de la Música de Cuernavaca es, sin duda alguna, un pilar fundamental que ha tenido la cultura en nuestro estado.
Poder hablar de cultura musical no es sencillo y de no ser ellos y “El Coleccionista” en la estación de Radio UAEM, nadie más se ha dedicado de manera constante a la difusión de conciertos de calidad internacional.
Han pasado administraciones de diferentes gobiernos, los cuales siempre realizan algunos esfuerzos, pero Amigos de la Música A.C. se ha impuesto como el baluarte de los melómanos del estado.
Esta asociación privada no sólo nos trae conciertos de calidad, sino que, durante estos treinta fructíferos años, nos ha dado una serie de esfuerzos increíbles: han comprado uno de los pianos de cola del Teatro Ocampo y han apoyado en todo el estado la difusión de la música, de manera constante; compraron una antena especial para que pudiéramos tener las óperas en vivo desde el MET de New York, a un precio razonable, para lo cual tuvieron que poner de su bolsa sus miembros para que saliera adelante, en el principio en que no había donde proyectarla, fue en el IMTA, donde, de manera continua, temporada por temporada, se llevó al cabo y al principio no sacaban ni los gastos, pero poco a poco y con ayuda de los amantes de la buena música lograron que cada día se acrecentara el público de la ópera, y ahora se transmiten las temporadas en el Centro Cultural Teopanzolco, y la verdad es que se llena cada semana durante la temporada.
Los miembros de esta asociación civil, sin el apoyo económico del gobierno, lograron que la Orquesta Sinfónica Nacional nos escogiera como sub sede y venía cada vez que cambiaban el programa de los conciertos; han traído a grandes exponentes de la música, del extranjero muchos de ellos, individuales o grandes ensambles que hemos podido disfrutar gracias a su esfuerzo y, para mi gusto, no se les ha dado en Morelos un verdadero apoyo; sólo ahora, ya con la cantidad de gente que jalan en cada presentación, al menos se les toma en cuenta y, como para la cultura el dinero siempre falta, la verdad es que el apoyo es mediocre. Es mi opinión, no la de ellos.
Este extraordinario esfuerzo lo hacen por amor a la música y la mesa directiva, en verdad, le da gran parte de su tiempo, hospedan en sus casas a los artistas internacionales, ahí les dan de comer y los atienden como a las figuras importantes que son, de manera verdaderamente altruista y, desde luego, todo por amor a la música.
Quienes los hemos seguido de cerca, hemos visto el esfuerzo que se ha hecho, y a pesar de que se afirma que las últimas administraciones los han apoyado al menos en algo, no sé a ciencia cierta en qué.
Pero no es posible hablar de Amigos de la Música de Cuernavaca, sin hablar de Shigeko Watson, que fue la presidente fundadora y pilar fundamental para que esta asociación llegara a ser lo que es hoy; durante muchos años ella fue una luchadora extraordinaria y puso no sólo su talento, sino sus recursos económicos, para que creciera esta extraordinaria institución. Después de su fallecimiento, el grupo formado por ella, bajo la presidencia de mi amigo Sergio Soto, ha luchado de manera denodada por salir adelante; solo los que hemos estado cerca podemos mencionar las vicisitudes que han pasado porque cada gobierno ve las cosas de diferente manera; pero la inteligencia y don de gentes de Sergio, María Luisa , Elizabeth , Roxana, Lila -que se nos fue al extranjero, pero que la seguimos queriendo- y muchas gentes más, han logrado que al menos cada día podamos tener mejores espectáculos.
El pasado sábado la Orquesta Sinfónica Nacional, con un lleno completo, nos deleitó, bajo la dirección del Maestro Carlos Miguel Prieto, con un extraordinario concierto; en la primera mitad, la orquesta completa con la violinista Sharl Mason, con el Concierto para violín en Re Mayor, opus 61, de Ludwig van Beethoven (1770-1827).
Y en la segunda parte, con la bellísima Sinfonía Número Cinco en Do Sostenido Menor de Gustav Mahler (1860-1911), lo que fue una maravillosa experiencia por la extraordinaria interpretación de esta gran orquesta y de su extraordinario director, que son orgullo de todos los mexicanos.
Quizá, para mi gusto muy personal, se extraña demasiado el servicio que daba en los intermedios anteriormente Lilia Aguilera. La mediocridad de llegar y quererse comer el mundo a puños hace que confundan a una extraordinaria mujer como si fuera alguien del régimen anterior, lo que, desde luego, para ella es un insulto, ya que no lo era; si hacemos una encuesta, podemos probar que marginarla fue un error garrafal.
Pero el concierto fue maravilloso y más el trabajo de treinta años de Amigos de la Música de Cuernavaca A.C., a los que les enviamos nuestro reconocimiento y gratitud. Felicidades. ¿No cree usted?
Teodoro Lavín León
lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin