Este domingo, un sismo de magnitud 6.8 sacudió la región oriental de Cuba, con epicentro a unos 35 kilómetros de Bartolomé Masó, en la provincia de Granma, según reportes del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El movimiento telúrico ocurrió aproximadamente una hora después de un temblor previo de magnitud 5.9, registrado a menor profundidad, y ambos fueron perceptibles en toda la zona oriental, incluyendo ciudades importantes como Santiago de Cuba.

El impacto del sismo generó alarma entre los residentes, especialmente en áreas rurales cercanas al epicentro. En comunidades como Caney de las Mercedes, algunos edificios sufrieron daños menores, como grietas en las paredes y desprendimiento de partes del techo. Sin embargo, no se han reportado víctimas o daños estructurales graves. Las autoridades descartaron una alerta de tsunami, pero el temblor se sintió con suficiente intensidad para movilizar a los habitantes de estas áreas, quienes ya se encontraban en una situación vulnerable debido a la reciente temporada de huracanes​.

Este sismo llega en un momento difícil para la isla, que sigue recuperándose de los daños ocasionados por los huracanes Oscar y Rafael en octubre y noviembre, eventos que generaron serios apagones y complicaron aún más las condiciones de vida en la región. La falla sísmica en la costa sureste de Cuba, que marca el límite entre las placas tectónicas de América del Norte y el Caribe, es una de las zonas más activas sísmicamente en el país, y los sismos son comunes en la región de Santiago​.

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