En este mes patrio, los platillos cien por ciento mexicanos no deben faltar en nuestros hogares.
Lo realmente bueno de nuestra cultura es que gozamos de una amplia variedad de comidas típicas de nuestro país, tenemos por ejemplo el mole, el pipián, la barbacoa, las tlayudas, tacos y sobre todo el pozole.
El pozole es sumamente interesante, puesto que existen más de 20 variantes del delicioso platillo. Quizás el que más conocemos es el pozole blanco, el cual suele ser preparado con carne de cerdo y caldo de maíz cacahuazintle, además de ser acompañado con lechuga, rábanos, cebolla picada, chile piquín molido y unas gotas de limón. Aunque claro, todos estos ingredientes dependen del gusto de las personas.
También existen otras variedades como el verde o el rojo. El verde es elaborado en la ciudad de México, se hace con chile poblano y tomates, mientras que, en Michoacán se hace otro que además lleva epazote. En Guanajuato se le adiciona cilantro molido.
El pozole rojo se prepara con panza de res, y lo acostumbran comer en estados como Chihuahua, Sinaloa, Sonora y Nuevo León, aunque en esta última entidad le agregan, además de la panza de res, carne de puerco y arroz.
¿El pozole es un platillo saludable?
Sabías que el 13 de julio de 2018, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) publicó un estudio donde calificaba al pozole como un platillo saludable para los mexicanos.
No importa si es pozole blanco, rojo o verde, este platillo siempre será saludable, siempre y cuando no te sobreexcedas.
Por ejemplo, IMSS dijo que las condiciones para que un plato de pozole sea saludable, debe cumplir con las siguientes restricciones:
- Comer una taza y media de pozole, aproximadamente 100 gramos
- Debe contener 60 gramos de carne, ya sea de cerdo o pollo
- Agrégale mucha verdura como rábano, lechuga, cebolla, chile y limón
Si quieres evitar que el pozole que te comerás esta noche no te engorde, evita acompañarlo con botana, sobre todo el chicharrón, los tacos, las garnachas (en todas sus presentaciones) o tostadas con crema.