La pregunta que se repite por todo el planeta es que si Irán va a ser la preciada guerra que Donald Trump busca desesperadamente para quedar bien con el negocio de los armamentistas (el 57 por ciento de la economía estadunidense está basada en la industria bélica, según el periódico The New York Times en su edición de la semana pasada).
En los últimos días de agosto, un barco panameño con bandera británica se plantó a la entrada del Golfo de Omán obstruyendo el paso a un barco petrolero de la República Islámica de Irán, porque los Estados Unidos ordenó un boicot contra ese País para que nadie de occidente y en especial de Europa, le comprara petróleo a Irán por no haber respetado el programa antimisiles nucleares que Estados Unidos le había propuesto desde el tiempo del presidente Eisenhower.
Poco después, Irán detiene un barco británico, el que fue incautado como rehén en desquite de la acción de lo que le sucedió, argumentando que aquello era piratería. Sin embargo, después de varias pláticas entre ambos países se acordó que se dejaría ir libre al buque inglés.
La crisis entre Estados Unidos y la República Islámica tiene su origen en el programa nuclear para detener la carrera de armas nucleares en el medio oriente. Irán admite tener equipo nuclear en su País pero sólo para producir energía eléctrica.
De todas formas los Estados Unidos “sospecha” que Teherán está preparando dicho proyecto encubierto para fabricar armas nucleares en secreto y no deja de imponerle sanciones cada vez más duras.
Estados Unidos tampoco han cumplido su parte del proyecto en que no tendría bases terrestres o navales rodeando el golfo de Omán ni el Mar Arábigo, cosa que no ha sucedido, ya que EE UU continúa con la sospecha de que las construcciones de las plantas nucleares no son para producir electricidad, sino para ataques nucleares. Irán ha estado amenazando con parar el suministro a Europa, Asia y África si los EE UU continúan con sus sanciones.
Trump anunció el 3 de febrero de 2018, nuevas acciones contra Irán con motivo del desarrollo de los misiles nucleares y declaró: “Irán es el estado terrorista número uno”. A lo que el gobierno iraní afirmó a través del jefe del Estado Mayor Iraní amenazó: que “cualquier ataque en su contra resultará un cautiverio y una derrota contra el enemigo”.   
Hace unos años, cuando fue nombrado presidente de Irán Hasan Rohani, parecía que se estaban mejorando las relaciones con el entonces presidente Obama y a punto de llegar a un acuerdo entró Trump al poder, las relaciones se endurecieron y el estadunidense cerró la puerta a cualquier clase de tratado con Teherán.
Como ejemplo, el jefe de estado iraní derribó del dron estadunidense y la incautación del petrolero británico por parte de Teherán.  
Cuando las cosas se habían calmado un poco, en Arabia Saudita una docena de drones y varios misiles atacaron la refinería con una tremenda explosión que destruyó la mitad de las instalaciones petroleras más grandes del mundo como lo son la refinería de Abqais y el campo petrolero de Khuaris, provocando la interrupción de los suministros de petróleo a nivel mundial.
Estados Unidos acusó de inmediato a Irán de haber enviado esos drones y misiles desde el norte de la nación islámica, provocando tal destrucción. Los iraníes han negado su intervención o culpabilidad en ese ataque, mientras que el grupo los “hutíes” del Yemen que están en conflicto, se han declarado ser responsables de dichos ataques contra su enemigo de siempre, Arabia Saudita.
Según la cadena de noticias CBS comentó que Estados Unidos había identificado en Irán las instalaciones desde donde fueron lanzados los drones y los misiles “crucero” que atacaron el complejo petrolero de Arabia Saudita, según apuntaron unos funcionarios del gobierno de Trump a través de los comentaristas de la cadena noticiosa.
Los restos de los drones y los misiles fueron trasladados a Riad para que los expertos estadunidenses prueben que Irán sí fue el que lanzó “ese ataque complejo y coordinado” contra Arabia Saudíta.
Irán sigue negando su participación en los ataques y se pregunta por qué los Estados Unidos insisten en su acusación de que ese País es el único responsable del ataque terrorista.
Donald Trump declaró que Damasco está dispuesto a responder en cuanto se conozcanlas  conclusiones de Arabia Saudita.
¿Por qué las defensas antiaéreas de Arabia Saudita no interceptaron esos drones y misiles que iban directamente contra las instalaciones más importantes del País, ya que cuentan con lo más adelantado de la tecnología armamentista que existe en el planeta?, la que compara a los Estados Unidos, pues el 70 por ciento de las armas que tiene ese País, están siendo enviadas por su socio estadunidense.
¿Qué pasó con sus defensas? ¿O es que están esperando que los Estados Unidos le vayan a cobrar a Irán los 5 millones de los 10 barriles de petróleo que sustraen diariamente de su parque petrolero de Khurais y que le fueron destruidas?
Las refinerías instaladas en Abqaiz, las cuales el reinado de Arabia Saudita publicó que en poco tiempo estarían listas para seguir surtiendo a la gran parte de Europa, África y Asia, las refinerías y el campo petrolero del País seguirán funcionando normalmente.
Y pensar que todo esto sea parte de ese juego para alcanzar la reelección a la presidencia para finales del año que viene. Porque Trump ha perdido el poco nombre que tenía frente al mundo y la población estadunidense. Ese tipo de plan es el mismo que han usado la gran cantidad de jefes de estado para su reelección y/o para comenzar una guerra con el apoyo de la población que está un poco más enterada de los asuntos de la política, es meterle el miedo a la ciudadanía con la amenaza de la proximidad de un conflicto bélico dentro de su propio País. En fin que está buscando la guerra a como dé lugar.

POSDATA: Con todo respeto a las autoridades.

La ciudadanía está preguntándose ¿Qué está pasando en Cuernavaca?, ¿Por qué están tirando tantos árboles y destruyendo el Pulmón de Morelos? ¿Qué se va a hacer con los ojos de agua y los árboles centenarios de Gualupita en el Parque Melchor Ocampo? ¿Por qué está por destruirse lo poco que queda del Parque Chapultepec? ¿Qué se va hacer en el Parque Tlaltenango?
Es posible que estos sólo sean rumores, pero lo menos que pueden hacer las autoridades es aclararlo, para que la ciudadanía sepa que no se está vendiendo la propiedad de la ciudad, del Estado y de la Nación, ni destruyendo sus árboles, al construir sobre las plazas del Pueblo y a terminar con lo poco que nos queda de agua, en este tiempo que se está tratando de salvar lo poco que queda de nuestro semi-destruido planeta.
 Señor presidente Municipal de Cuernavaca, Antonio Villalobos, le pedimos respetuosamente que haga la aclaración al pueblo de Cuernavaca para poder seguirlo apoyando en su no fácil labor de servir a nuestra ciudad.
Atentamente:
La ciudadanía.

Por: Rafael Benabib / rafaelbenabib@hotmail.com

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