Atentamente al señor gobernador Cuauhtémoc Blanco, al señor presidente municipal Antonio Villalobos, al Instituto Nacional de Antropología e Historia y al público en general.
Hemos tratado de hablar con las autoridades estatales, municipales y del INAH, sin respuesta alguna, respecto a una propuesta que la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Cuernavaca y la Junta de Cronistas de esta ciudad, además de algunos ciudadanos, y la propuesta es la siguiente: Para estas Fechas Nacionales, se adornen con fotografías de la historia de México sobre las mamparas que están colocadas alrededor del Palacio de Cortés, cuyas fotos o carteles ya tienen las Secretarías de Turismo Estatal y Municipal.
Si sienten que el trabajo es excesivo, con pintar una Enseña Patria en cada una de las mamparas es suficiente para no olvidar que somos mexicanos.
Existe una segunda proposición: que cada una de las asociaciones civiles, las cámaras de servicio y los particulares, nos hagamos responsables de cada una de las mamparas, quienes con la venia de las autoridades, hagamos por primera vez algo en conjunto en beneficio de nuestra ciudad, como es el mostrar lo más importante de la historia de México en un espacio al aire libre, que sólo encontramos en museos y en centros culturales, donde existe muy poca concurrencia del joven estudiante, del adulto trabajador y del turismo que nos visita.
Pensamos que el pequeño esfuerzo del gobierno, de las asociaciones al servicio de sus agremiados y la ciudadanía interesada en la historia al aire libre, el mostrar y recuperar el conocimiento de nuestro pasado en el centro de Cuernavaca, ayudaría a cubrir un espacio que muestra el de por sí sucio y descuidado centro de la ciudad, y en especial mostrar los principales hechos de nuestros Héroes y acontecimientos de la Historia. Exibición que ayudará a festejar este Septiembre, Mes de la Patria.
En ese espacio se estacionan los autobuses de una compañía de servicio al turismo que hace el recorrido por la ciudad, los que se pueden estacionar mientras dure la muestra histórica, en la subida del boulevard Benito Juárez o frente a las escaleras de la Plaza de Armas.
A través de estos teclazos, queremos agradecer a muchos comercios y automovilistas que ya han adornado sus autos con Lábaros Patrios, así como a los edificios que le dan vida a este Mes de la Patria, de la misma forma a la zona militar y a la Guardia Nacional, quienes han comenzado a efectuar los Honores a la Bandera todas las mañanas en la Plaza de Armas. Lástima que la astabandera no la pusieron en medio de la plaza sino en un lugar equivocado.
Desde estas letras queremos pedirle a la población entera, que cada vez que vean a un miembro de la Guardia Nacional, lo saluden con afecto, ya que estamos seguros que la respuesta de ellos será igual de amable; se logrará alcanzar una relación más cercana con quienes llegan a cuidarnos de la delincuencia en cualquiera de sus formas.
La Guardia Nacional no es el Ejército regular a quien siempre se ha tenido respeto y a veces temor, sino es un cuerpo que necesita del contacto de la ciudadanía para poder servirles mejor. Un grupo de ciudadanos listos para defendernos de todos los imprevistos, por eso debe de haber un contacto más cercano, poder platicar con ellos, contarles nuestros temores y nuestras necesidades, juntos nos vamos a conocer mejor y no los vamos a ver tan alejados de la sociedad como se les veía a los militares en general, al igual que a la policía municipal, estatal y federal a los que seguimos tratando como si fueran los delincuentes, porque sólo aquella persona que tiene una comunicación de tipo social o familiar, saluda a un agente de tránsito y viceversa o a una pareja de policías, quienes no dan una sonrisa o un saludo o lo reciben de parte nuestra, es porque sus superiores les han mostrado que deben de ser rudos y no familiarizarse con la gente para no perdonar las multar a los infractores, porque son amigos o conocidos.
Si nosotros no buscamos su afecto, ellos nos seguirán tratando como desconocidos, pero el ciudadano debe de buscar el que los elementos de la Guardia Nacional se sientan aceptados, que deseen servirnos porque somos como de la familia y que cuando los necesitemos ahí estarán.
La última noticia que tenemos de ellos, es que ya se están entrenando para ser investigadores, para funcionar como Ministerios Públicos y poder detener a cualquier sospechoso o a quien sea señalado como delincuente en cualquier situación y ayudar a los jueces civiles poniéndolos a su disposición.
Total un simple saludo no nos va a quitar nada, ni nos veremos menos que las autoridades, pues creemos que entre la gente que se encuentra en la calle, no sobra un buenos días o a quien está comiendo en un restaurante un buen provecho, un afectuoso saludo que no nos afecta y por el contrario nos da la satisfacción de haber sido amables y escuchar el muchas gracias por parte del comensal.
“¡A ese ni lo conozco! ¿Por qué lo voy a saludar?” Y con esa actitud lo vamos a conocer menos, aunque se piense que el saludar les resta personalidad tanto a las mujeres como a los hombres.
Pocos momentos son más emotivos que asistir a los Honores a la Bandera y cantar el Himno Nacional Mexicano cada mañana en la Plaza de Armas. Si los directivos de esa corporación, van a intentar hacer los Honores a la Enseña Patria todos los lunes y si se puede todos los días de la semana, su presencia en la Plaza, lograría que la ciudadanía recupere su nacionalidad mexicana que hace más de treinta años los pasados gobiernos nos han hecho olvidar.
Porque tan servidor en el de la Guardia Nacional, como el policía y en especial los altos dirigentes como el gobernador y el presidente municipal, pues que se recuerden que ellos trabajan para nosotros y no al revés.
Por tanto, la sociedad cuernavacense por este medio les recuerda que si ellos promueven los días patrios, nos tendremos que volver más mexicanos, conoceremos más de nuestra historia y recuperaremos nuestra identidad de ciudadanos de Cuernavaca, aunque la mayoría de nosotros hayamos nacido en otras partes, pero al igual que muchos, vivimos en Cuernavaca y a pesar de todo, somos orgullosamente mexicanos.
Vamos a adornar nuestras casas, nuestros autos, nuestras calles con los Símbolos Patrios y nos vamos a sentir que volvemos a tener nuestra identidad; el conocer el pasado es tan importante para nuestros hijos como el saber que prohibienen de buena familia, que los ha sabido defender y enseñar los principios de amar a la Patria, a su Himno, a la Bandera, así como al prójimo para recibir de ellos el mismo respeto que se les da.

FELICES FIESTAS.

Va de cuento
Rafael Benabib
rafaelbenabib@hotmail.com

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