Mucho se ha escuchado que la administración actual del Presidente Andrés López Obrador ha pregonado que proyectará por toda la república el programa SEMBRANDO VIDA, pero no muchos conocen de qué se trata. De pronto nos enteramos que no sólo es un programa, sino que su finalidad ya está a punto de ser rebasada.

El objetivo de este programa era sólo contribuir al desarrollo y al bienestar social de los sujetos agrarios en sus localidades rurales e impulsar su participación en el desarrollo integral.

El plan original era reforestar para finales del año 2020 unas 400 mil hectáreas con plantas agroforestal de especias, de árboles frutales y maderables, lo que generaría 200 mil empleos fijos, el cual estaba pensado en la rehabilitación de los Estados de Campeche, Chiapas, Durango, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán. Y ahora se tiene contemplado sembrar un millón de hectáreas antes de que termine 2020, a la vez de incluir en el programa a los estados de Chihuahua, Colima, Hidalgo y Nayarit, con ello se incorporarán 185 mil sembradores, que se sumarán a los que ya laboran para llegar a ser 400 mil y para este año alcanzar 575 mil hectáreas reforestadas con el mismo tipo de plantas.

El ocho de octubre el presidente Andrés Manuel López Obrador, en una de sus ruedas de prensa matutinas presentó a quien está a cargo del proyecto Sembrando Vida. Al frente está la Secretaria del Bienestar María Luisa Albores González y participan Javier May, Subsecretario y Hugo Chávez, el director técnico del programa.

En esta fecha se ha logrado el 95 por ciento del programa con el cual se trata de sembrar un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables e incluir cultivos de ciclo corto. Entre las especies de árboles maderables plantados ya se encuentran la caoba, el cedro, el hule y el cacao y en los cultivos de plantas, se encuentra el de la canela, el agave, la pimienta, el maíz, el frijol y la calabaza. El gobierno está apostando a los resultados de las plantas, para lo cual ya tiene el 90 por ciento de los viveros necesarios colocados por toda la república, en espera de que otro tanto de viveros ya desarrollándose estarán listos para finales de 2020.
La Secretaria del Bienestar, María Luisa Albores, dijo que a un año de haberse implementado el programa, entre los objetivos Sembrando Vida, está también la de disuadir las siembras ilícitas como en Durango. Se está trabajando en zonas afectadas por la violencia o cultivo de enervantes a efecto de reconstruir el tejido social en esas comunidades campesinas.
Andrés Manuel López Obrador comentó que no se vaya a pensar que estos impulsos ambientales y de bienestar social significa que se cancele el respaldo para el desarrollo industrial; “que no se mal interprete, también se dará el apoyo a otras ramas económicas”. “Hay muchas organizaciones que están llevando a cabo acciones de apoyo a la actividad productiva y forestal, a la protección del medio ambiente y todo lo que podamos hacer, los convoco a que sigan trabajando con ese propósito”.
María Luisa Albores continuó diciendo que la siembra de 575 mil hectáreas implica que son 229 millones de árboles agroforestales,157 millones de árboles frutales y maderables, cedro rojo, caoba, café y cacao y 54 millones de especias, como la pimienta, la canela y otras redituables para la población y para el medio ambiente.
En referencia al despliegue del programa en zonas conflictivas, añadió que algunas regiones como el Valle de Topia en Durango, “donde todo estaba sembrado de enervantes, hoy la gente comenta que ha disminuido el 90 por ciento porque la comunidad ya se está haciendo al sistema agroforestal”.
En estos días un grupo de secretarios de Estado están acompañando al presidente Andrés López Obrador a visitar varios estados del norte para revisar el adelanto de uno de los lugares más difíciles de implementar el programa Sembrando Vida y que le llaman el Triángulo Dorado entre los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango.
La gente de esos lugares ya está cambiando de forma de sembrar sus parcelas, pero hay que convencerla un poco más y rodearla de la Sedena y dentro de poco de la Guardia Nacional y pacíficamente convencer a los cultivadores a que vayan cambiando de pensar, sepan que este programa hará que sus hijos no necesiten irse de ilegales a los Estados Unidos a buscar un trabajo y un estudio que el País les está ofreciendo.
Está perfectamente claro que la posición del gobierno federal no es la de perseguir a los narcotraficantes en una guerra como la que emprendió Felipe Calderón y que le costó a México miles de vidas, desaparecidos y refugiados en otros estados sólo para seguir sembrando la droga que ni siquiera beneficia a nuestro México, sino que es el gran negocio para los cárteles de Estados Unidos y para los clientes consumidores de aquel País, pues dice el director de salud de Estados Unidos, que siete de cada 10 habitantes son adictos.
Sembrando Vida está avanzando más rápido de lo esperado. La Secretaria del Bienestar, en boca de su directora, dijo que el Gobierno de México está logrando más del 94 por ciento de lo que se esperaba para este 2019 y todavía falta un trienio en el que se piensa llegar al millón de hectáreas planeadas para finales del año 2020.
Hoy en día las autoridades han demostrado que su intención de traer la paz y de solucionar los conflictos por medio del diálogo es lo más adecuado.

EVITANDO LA MUERTE.
El día jueves 17 de octubre, Ovidio Guzmán, hijo del Chapo, fue detenido por la Guardia Nacional en la ciudad de Culiacán Sinaloa donde había sido capturado. Un numeroso grupo de civiles armados con rifles de alto poder estaban por llegar hasta esas instalaciones. El personal de la Guardia Civil recibió órdenes de vestirlo de uniforme con todo el equipo de la GN. Se le subió a una camioneta para que integrantes del cártel de Sinaloa se lo llevaran, mientras el grupo de la Guardia Nacional se retiraba a cuidar las instalaciones de la Novena Zona Militar.
De esta manera se evitó un desastre en el que estuviesen afectados gran parte de la sociedad, siendo que la entrega a los individuos del cártel fue pasadas las tres de la tarde, cuando las calles, negocios y edificios estaban llenos de gente y peligraba toda la ciudad de Culiacán, cuando llegaron los integrantes del cártel a rescatar al hijo del Chapo.
En ese momento se estaban fugando del penal de esa ciudad, 27 reos detenidos por complicidad del joven Oviedo Guzmán e involucrados con el mismo cártel.
Se informó de manera radiofónica a la población del suceso pero que ya todo estaba tranquilo. Y así se evitó la masacre a civiles y el enfrentamiento de la Guardia Nacional con la seguridad de que habría muertes por ambos lados pero principalmente los inocentes, entre los menores y la gente mayor.

Por: Rafael Benabib / rafaelbenabib@hotmail.com

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