El pasado jueves 21, el Presidente Andrés Manuel López Obrador y el Secretario de Educación Pública don Esteban Moctezuma, presentaron, durante la entrevista mañanera a todos los medios y a los televidentes que otorga el presidente, presentaron una lista condensada de lo que se les envió a la Cámara de Diputados y a la de Senadores para su discusión y en su caso aceptación, que es importante el que no se puede aceptar una reforma educativa sino están incluidos los maestros.
El día jueves 21 comentó que a los maestros no les interesa reclamar las plazas, que quieren ver cuáles son las leyes secundarias, que se espera no vaya a afectar a la educación, a los derechos de los maestros ni a la educación o a la nueva reforma.
También es mentira que se iba a regresar al tiempo de la venta de las plazas. Además se van a cambiar los términos rebuscados, como evaluación o capacitación y otros términos que se usaban anteriormente.
Sobre las escuelas normales se van a abrir muchas de ellas porque se necesitan profesores preparados, por lo cual se impulsará la carrera magisterial. Así mismo se reabrirán las Escuelas Rurales Normalistas para jóvenes. Y no hay que temer el que estos muchachos salgan a la calle a reclamar lo que sea, pues deben de respetársele la libertad de expresión y de desacuerdo, ya que está prohibido usar la fuerza, porque a través del diálogo se van a resolver todos los problemas y las protestas de los jóvenes estudiantes para maestros.
Se van a regresar a las aulas, las asignaturas de Civismo, de Historia de México y de Principios Morales, además de señalar que el aprendizaje será el centro de la educación. Desde ahora se van a respetar los días nacionales de la Patria, como el 20 de noviembre, el 5 de mayo, el 18 de marzo, el 24 de febrero, el 16 de septiembre y otros que festejaremos el mero día, no el lunes más cercano a esas fechas que ha logrado que la gente no sepa que se está festejando.
En especial los Símbolos Patrios, los Héroes, las gestas, las intervenciones extranjeras, la pérdida de una gran parte de nuestro territorio y la identidad de ser mexicanos. Además de recuperar nuestra mexicanidad.
EL COMPLEJO DEL BIEN LIMITADO
Pensemos en el pañuelo blanco que traes en el bolsillo. Extiende ese pañuelo como si representara tu único Bien. Un día tu amigo se compra una motocicleta nueva. Tú sacas el pañuelo blanco y le manchas una esquina. Ahora el pañuelo no está limpio y está incompleto. Te dices dentro de tu interior que tu amigo te está quitando un poco del Bien que tenías y sabes que es necesario manchar esa esquina del pañuelo; y como está incompleto sientes que te falta algo y que se han aprovechado de ti.
Al Bien Limitado lo vamos a tratar no como el bien contra el mal, sino como la riqueza económica o física de las personas. Muchas veces habrás visto que la gente piensa que en el Bien tiene un limitante, sin estar conscientes de esa limitación; que no hay forma que alguien piense que ese Bien puede llegar a ser suyo, porque ese solamente es de tu propiedad y que no existe más.
El que es poseedor de un Bien, a veces piensa que si el otro llega a tener un auto parecido al suyo, le está quitando la oportunidad de gozar del propio y sin querer o llegarlo a razonar, subliminalmente desea que aquel auto, que es propiedad del prójimo, se descomponga o choque porque no tiene derecho a hacer uso de ese Bien que solamente es de él.
Un ejemplo que pasa con frecuencia en nuestras vidas es cuando un policía de tránsito le quita la placa a un auto por estar mal estacionado y uno no quiere intervenir, ya que si a él no le permitieron estacionarse por qué a aquel sí. En ese momento siente que el pañuelo no se siguió manchando y su Bien está a salvo. Todo esto sucede sin razonar ni que se dé cuenta de su inutilidad.
En una ocasión un señor llamado Jorge se reunió con su amigo Juan y con su esposa María a proponerle un negocio.
-Te estoy escuchando- dijo Juan
- Quiero que me permitas usar el nombre de tu zapatería y tu prestigio, porque voy a poner un negocio en Morelia de venta de zapatos y quiero que se llame igual que la tuya, aprovechando así tu prestigio aquí en Cuernavaca. Yo ya tengo el lugar, ya conseguí el personal y me están arreglando los aparadores. A ti no te va a costar nada, pues ya la tengo llena de mercancía y sólo me falta el registro en Hacienda y colocar, si tú me lo permites, hacer un letrero luminoso como el que tienes en tu zapatería.
-¡Ha! Y otra cosa muy importante, continuó Jorge, por permitirme usar tu nombre, voy a dividir las ganancias al 50 por ciento, que serán como unos cien mil pesos mensuales para cada uno.
A María se le iluminó la cara “hoy mismo me compro el auto que quería”, se dijo emocionada.
-Acepto la propuesta y mañana mismo vamos a la notaría para cerrar el trato- expresó Juan gustoso.
Esa noche Juan y María se salieron a festejar el magnífico negocio que se les había presentado y felizmente se fueron a descansar.
A las tres de la mañana, Juan tomó el teléfono y llamó a Jorge.
-¿Qué pasó Juan, le sucedió algo malo a María o te accidentaste para llamar a esta hora?- preguntó Jorge asustado.
- Nada de eso, dijo Juan de mal humor, sólo quiero que te olvides de nuestro trato y sepas que no acepto que uses mi nombre para nada- terminó Juan colgando el auricular.
- Pero estás loco, dijo María, si íbamos a ganar 100 mil pesos al mes sin hacer nada y lo echas todo a perder al negarte a prestar tu nombre- gruñó molesta.
-Si es cierto, dijo Juan, pero Jorge también se va a ganar otros 100 mil pesos y quiero que sepas que nadie va a ganar nada a mis costillas aunque me cueste dinero. ¡Y ya duérmete!- le ordenó satisfecho. Ahora el Bien representado por el pañuelo de Juan estaba intocable y él tranquilamente siguió durmiendo.
Le pregunto al lector: Cuántas veces hemos oído: “Y yo porque voy a ayudar a esa señora si ni soy de aquí” o “¿Viste cómo el tipo ese le pellizcó la pierna a esa niña? ¿Vamos a reclamarle? “No, porque la muchacha se lo merece, ¿para qué se viste así?”, le dice el otro. O el que compró una casa nueva y tú quieres que entren a robarle porque te está quitando parte de tu Bien, porque piensas que el Bien es limitado.
Recuerda que no todas las personas son de esta manera, pero hay mucha gente que sin saberlo es así.
Por: Rafael Benabib / rafaelbenabib@hotmail.com