Al fin se le hizo, Elon Musk, el hombre más rico del mundo, compró Twitter por nada más que 44 millones de dólares.
Fue en el 2017 cuando al multimillonario de pronto se le ocurrió comprar su red social favorita, y este lunes lo logró.
Aunque la mesa directiva se opusiera en un principio no pudieron resistir la oferta del CEO de Tesla que viene prometiendo cambios para la plataforma, como menos publicidad al implementar un modelo de suscripción a la red social del pajarito azul, eliminar spam, bots y lo más importante, defender la libertad de expresión.
Twitter es un lugar donde la libertad de expresión tiene redes que, mínimamente, protegen a grupos que han sido históricamente discriminados o marginados.
Pues es muy fácil poder cubriese detrás de una pantalla para lanzar palabras de odio, y ante los nuevos cambios, Amnistía Internacional ha demostrado su preocupación a que Twitter se convierta en una plataforma donde no se castiguen los discursos violentos.
Por ello, los usuarios contemplan si dejarán la red social del pajarito azul o no.
Desde regresar a Tumblr hasta irse a Mastodon la conversación se ha posado en ver otras alternativas a Twitter, y Mastodon ha sido propuesto por sus funciones, con contenidos organizados de forma cronológica, y agrupados de acuerdo a los temas.
Permite mensajes de máximo 500 caracteres, y lo que más se destaca es que funciona de manera descentralizada, por lo que no puede llegar a la bancarrota o ser bloqueado por gobiernos, pues detrás de la red está una organización alemana sin fines de lucro, siendo la propia comunidad la que define las reglas.