A un político, de reconocido liderazgo y prestigio social a nivel nacional y estatal lo escuché decir dos frases que, además de acertadas, son muy ciertas: ‘la política no es, va siendo’ y ’24 horas en política es mucho tiempo’.
¿Qué por qué digo esto? Pues por todos los rumores y suposiciones que surgen todos los días respecto al acomodo de las candidaturas para el proceso electoral de 2024, ¡de 2024!
O sea, hasta dentro de un año es cuando se va a elegir la Presidencia de la República, también se renovarán senadurías, diputaciones federales y locales, así como 9 gubernaturas, en todo este mundo de tiempo cualquier cosa puede pasar.
Toda esa rumorología se inició cuando Morena anunció y empezó a llevar a cabo sus procesos de selección, ahí empezó todo, con las dichosas encuestas, que ni se hacían, que si eran pura simulación, que si ya estaban los palomeados y muchas otras cosas más que seguro ha escuchado, visto o leído por ahí.
La realidad es que todo este runrún se debe a la máxima secrecía y hermetismo con que la dirigencia nacional de Morena ha llevado a cabo estos procesos, donde son ellos, al más alto nivel, los únicos que velan y dan seguimiento, evitando así que se infiltren los grupos sectarios que durante mucho tiempo se sintieron dueños de los Comités Estatales, dando así, en teoría, un respeto a la voluntad de la gente a la hora de elegir a las y los candidatos.
Otro factor que ha levantado demasiadas suspicacias es el tema del género, ya ven que el Instituto Nacional Electoral determinó que, de las 9 candidaturas estatales, por lo menos 5 deben ser encabezadas por mujeres. Y ahí viene el gran cuestionamiento: ¿Cómo van a seleccionar en que Estados va mujer y en cuál va hombre? Eso depende de los partidos o alianzas, pero deben tener en cuenta, como bien lo dijo el INE, que las mujeres deben competir en Estados donde sean competitivas y que, en caso de ganar, tengan una representatividad importante.
En español, que la candidata mujer juegue en una Entidad donde verdaderamente tenga posibilidades de ganar y que la población que vaya a gobernar sea considerable.
La realidad es que al momento nada está definido, la moneda está en el aire y nadie sabe nada en cuanto a quienes van a encabezar las candidaturas, como les digo, todo el proceso en Morena ha sido hermético y sin filtraciones, lo cual está muy bien, pero, por lo mismo, se han reproducido como gremlins las noticias falsas de que las candidaturas ya están definidas, información que, quien lo dice, siempre lo va a sustentar con la vieja confiable: ‘un contacto en México me lo confirmó’.
La neta es que es pura vacilada porque no crea que en estos momentos haya alguien que tenga acceso al único que podría tener ya las definiciones que es ‘ya saben quién’.
Librados de chismes y rumores, pues vámonos con lo bueno, lo malo y lo feo. Lo bueno: que ya falta menos para que la verdad se sepa y será el 10 de noviembre, lo que se diga antes, pues no hay certeza.
Lo malo: que, de aquí a esa fecha, seguirán queriendo desinformar a la gente para posicionar a su preferida o preferido. Lo feo: que la oposición está a la espera de los perfiles que hagan berrinche en Morena para tener quien encabece sus candidaturas. No está de más decir que esto es a título personal.
Fíjense nada más que… la unidad en Morena va a ser una tarea bien difícil porqué, seguramente, mucha gente quedará a disgusto, no tanto con los resultados de las encuestas, pero tal vez si con las determinaciones que se tomen para cumplir con la paridad de género.
Fuera de contexto: Es importante seguir apoyando a nuestras hermanas y hermanos guerrerenses, acérquense a centros de acopio serios y, más importante aún, revisar bien cuales son los productos que son necesarios en estos momentos. ¡Saludos! Las opiniones vertidas en este espacio son exclusiva responsabilidad del autor y no representan, necesariamente, la política editorial de Grupo Diario de Morelos.