Temixco.- Dicen que el amor más puro que siente un hombre es por sus padres y por su club, y clara muestra de eso es Osvaldo Sánchez, de la colonia Rubén Jaramillo, en Temixco, quien es fiel fanático del Rebaño Sagrado, tanto, que lo lleva tatuado en la piel.
Su amor por las Chivas nació desde que era muy pequeño, su padre le heredó ese amor incondicional por los colores del Guadalajara, y que en la actualidad ha crecido infinitamente.
“Este amor nace desde que estaba muy chiquito, desde que tengo uso de razón, cuando veía emocionarse a mi papá viendo los partidos con su playera de las Chivas, desde ahí crecí con ese amor a este equipo, siento mucha pasión y me emociono al hablar del Rebaño; es el amor de mis amores”, declaró Osvaldo, en entrevista para Diario de Morelos.
Sánchez tiene muchas experiencias con el Rebaño, pero nos compartió dos que lo llenan de alegría cada que las recuerda.
“Tengo dos experiencias que marcaron mi vida, la primera fue cuando mi papá me llevó a conocer el Estadio Azteca a ver a las Chivas, ese día se enfrentaron al Atlante, ese día lo recuerdo con mucho cariño, verlos jugar en vivo por primera vez fue algo mágico”, narró.
“La segunda fue que en unos Cuartos de Final contra el América en el Azteca, me uní a la barra, se armó un fiestota, era todo un carnaval, con luces de bengala, con las banderas, brincando y cantando, hasta se me enchina la piel sólo de acordarme”, platicó Osvaldo.
Tanto es su amor por el Guadalajara que, lo lleva en la piel, pues se tatuó en el cuello una chiva, como muestra de su fanatismo.