Vive para servirle a los más necesitados, mujer de principios, comprometida con la sociedad, entregada al aprendizaje de su carrera, integrante de la reconstrucción de la Ciudad de México después del terremoto de 1985, experta en turismo, conocedora del idioma italiano y del inglés, Laura Galván Aranda nació en la Ciudad de México el 13 de septiembre de 1952.
Llegó a Cuernavaca en 1979, cuando junto con su mamá compraron una casa adonde se pasaban todos los fines de semana y en 1988 se quedaron a residir en esta ciudad.
Sus padres se llamaron: Jaime Galván Banda, quien era ingeniero y arquitecto del Instituto Politécnico Nacional. Su mamá era Margarita Aranda Ortega, quien era contador y tenía su propio despacho.
Laura estudió sus primeras letras en la Ciudad de México e ingresó a la UNAM inscribiéndose en la Facultad de Arquitectura donde obtuvo su título profesional. Antes de terminar la carrera trabajó en la Sociedad Mexicana de Planificación, invitada por la arquitecta Estefanía Chávez, con quien comenzó a interesarse por la urbanización, cuando en 1976 asistió a la primera Conferencia de Asentamientos Humanos en Canadá.
Como resultado de esta Reunión, consiguió su carrera en la Secretaría de Asentamientos Humanos (SAHOP) y en 1979 la enviaron a Nicaragua recién pasada la confrontación armada en ese País.
En 1985 se fue a la Ciudad de México para la rehabilitación de las construcciones como resultado del mismo año, participando en la demolición de las estructuras de los edificios dañados. Laura fue una de las tres mujeres enviadas por la secretaría a cooperar en ese trabajo. Ahí trabajó durante cinco años.
La invitaron a laborar en un fideicomiso en la Rivera Maya trabajando en el Ordenamiento Territorial de Desarrollo y el Plan de Desarrollo Urbano de Playa del Carmen.
A la vez la enviaron a tomar el Curso de Especialidad Turística al Instituto Politécnico Nacional en las oficinas del fideicomiso en la Ciudad de México, en donde estaba comisionada y viajaba a Ciudad del Carmen. Se recibió en la especialidad de Promoción Turística.
De regreso a Cuernavaca, comenzó a participar en la vida de la población con diferentes grupos ambientalistas, con el Movimiento Feminista y contra las injusticias frente a los intereses económicos de los voraces inversionistas que deseaban abrir nuevos modelos de desarrollo, afectando la calidad de vida de la ciudadanía cuernavacense, como el hacer el libramiento Poniente, dañando nuestros mantos acuíferos y los árboles que le dan vida a nuestra ciudad, en complicidad con las autoridades locales.
También se reunía con grupos que se interesaban en resolver los problemas de la ciudad en la parte estructural, como el uso de suelo que el municipio quería cambiar para dar paso a los centros comerciales en medio de zonas residenciales (lo que finalmente hicieron como con los edificios Altitud y los comercios en las colonias cercanas a hospitales y al centro de la ciudad).
Ha cooperado con distintas asociaciones civiles a través de su experiencia en el mejoramiento urbano como su injerencia en la creación de los centros comerciales en el Casino de la Selva, en la defensa del centro de la ciudad, cuando querían hacer el estacionamiento subterráneo en la Plaza de Armas afectando al centro de la ciudad, al cerrar el paso hacia las más importantes arterias comerciales de Cuernavaca.
Dama gentil quien ha estado al servicio del prójimo y cumplido su papel como gente comprometida, es reconocida con cariño y respeto, por toda la ciudadanía.
La arquitecta Laura Galván, no ha dejado de luchar por causas justas.
En 2010 ganó por concurso, la elaboración del Programa Parcial de Desarrollo Urbano de “Los Patios de la Estación”, cuyo objetivo fundamental era ordenar la colonia y llegar a regularizarla. Se trabajó durante cuatro años, lo que no se ha logrado, porque “el dictamen de congruencia” que debe ser dictado por las autoridades que han estado con problemas entre sí y este dictamen tiene que ser aceptado por el municipio y enviado al gobierno del estado para su aprobación y publicación en el Periódico Oficial del Estado de Morelos.
Existía una pugna entre el gobierno estatal de Graco Ramírez con el presidente municipal Cuahutémoc Blanco, por lo que no se podía recoger ningún dictamen, cosa que sigue sucediendo con el gobernador Cuahutémoc Blanco y el munícipe Antonio Villalobos, por lo que no se ha podido tener una respuesta adecuada.
En 2013 formó parte del Consejo Constructivo Estatal de Desarrollo Urbano, al que el gobierno de Graco jamás le hizo caso ni se apareció a alguna de las juntas, ni siquiera el Secretario de Desarrollo Sustentable del Estado, el biólogo Topilzin Contreras.
En este consejo se estudiaban los proyectos que llegarían a desarrollarse en el Estado.
Durante 10 años, Laura tuvo un pequeño taller de juguetes didácticos, el cual se tuvo que cerrar, aún después de haber tenido mucho éxito en sus ventas por toda la República. El taller se expandió hasta que comenzó a llegar, con el nuevo Tratado de Libre Comercio, toda la juguetería china, lo que hizo quebrar a la gran mayoría de los pequeños artesanos.
En 1972 viajó a Inglaterra, donde aprendió inglés y durante dos años estuvo en Roma, donde estudió Historia del Arte.
Recuerda que de niña vivían en la colonia Juárez en la Ciudad de México y su familia tenía una academia de danza en el centro de la Ciudad. Era un negocio de toda la familia, por ejemplo su mamá era la contadora, sus primas y ella eran bailarinas de Ballet, Regional, Jazz, etcétera. “Toda mi familia intervenía. Esta academia se llamaba “Gloria” y funcionó durante 65 años, la cual fue cerrada en 2015.
Al desmantelar la academia encontramos vestidos de todo tipo, como artesanales, de ballet, faldas de china poblana y un sinnúmero de capas, disfraces y muchas cosas más.
En 1985 por parte de la SAHOP fue a Ecuador, Venezuela, Colombia, Cuba y Panamá, efectuando asistencia técnica en materia de vivienda.
Actualmente es candidata a la Maestría en el Colegio Morelos de esta ciudad.
Es hija única y con sus padres recorrió gran parte de la República y se acuerda de los lugares que conoció en Inglaterra, como la Torre de Nesle junto al Río Tamisis, así como la Abadía de Wensmister, entre sus grandes construcciones del siglo XII.
Tiene a Cuernavaca dentro de su mente y comienza a decirnos que en esta ciudad hay mucho por hacer, se tiene poco tiempo durante el día para llevar a efecto sus responsabilidades hacia la sociedad en Cuernavaca y hacia la gente sin esperanzas.
Fue miembro del partido político PRD y cuando hubo la escisión continuó respaldando a Andrés Manuel López Obrador y hoy en día es una de las más entusiastas simpatizante del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y fue representante de casilla por parte de dicho partido en las elecciones del primero de julio de 2018.
La arquitecta Laura Galván Aranda es una persona de arraigados principios, luchadora social y gran arquitecta. Su intachable actuación frente a la sociedad cuernavacense ha propiciado que se le reconozca como una persona de ética y plenamente responsable.
Laura Galván en su deapacho de arquitectos.j Laura,Laurahija, y su nieta Mari fer.
Por: Rafael Benabib / rafaelbenabib@hotmail.com