Investigadores estadounidenses encontraron una peligrosa bacteria que se transmite cuando besan a un gato.

En el año 2012, un libro se convirtió en el más vendido de acuerdo al periódico estadounidense "The New York Times". Se trata de "¿Cómo saber si tu gato planea matarte?", del escritor e ilustrador Matthew Inman, mejor conocido como "The Oatmeal".

Cuatro años después, científicos comprueban que la fantasía se vuelve realidad.

Un gato puede matar a su dueño, advierten investigadores de los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

Aunque no sería un plan malévolo de los felinos. Más bien, se trata de una misteriosa enfermedad.

Los CDC emitieron una tarjeta informativa a todos aquellas personas que tengan contacto con gatos. Estos felinos pueden ser portadores de una rara bacteria, la cual puede poner en riesgo la vida del ser humano.

Al menos 12 mil estadounidenses sufren cada año "la enfermedad por arañazo de gato".

Provoca fiebre, fatiga, dolores de cabeza e inflamación en los ganglios linfáticos. Además, en casos extremos puede causar la inflamación del cerebro e infecciones en el corazón.

"El alcance y el impacto de la enfermedad es más grande de lo que pensábamos", comentó la investigadora Christine Nelson. "El arañazo de gato se puede prevenir, solamente necesitamos identificar las poblaciones en riesgo y los patrones de la enfermedad", añadió.

¿Cómo evitar contagiarse?

La infección la causa una bacteria llamada Bartonella, la cual se cree que los gatos contraen a través de pulgas y heces; y que transmiten a través de mordidas y arañazos.

Entre 2005 y 2013, al menos 12 mil personas fueron diagnosticados con esta enfermedad. 538 terminaron hospitalizadas y en tratamiento. Los niños, los ancianos y las personas con un sistema inmunológico con problemas, están entre los principales afectados.

Por lo tanto, los investigadores recomiendan lavar y desinfectar cada herida propinada por un gato, ya sea por mordedura o por arazaño.

También piden lavarse las manos a la perfección después de acariciar un gato.

De la misma forma pidieron a aquellas personas con sistemas inmunes debilitados no adoptar gatos menores a un año de edad.

Ya que estos son más propensos a portar y propagar la enfermedad.

Mantener la salud del felino en óptimas condiciones, también es clave en la prevención de esta enfermedad.

 

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