Cuernavaca.- Por amor a sus hijos y para estar más tiempo con ellos Ángela y Juliana decidieron emprender un negocio propio, una tornillería. A pesar de las adversidades, porque es un negocio ‘para hombres’, han logrado salir adelante.
Yuliana Cervantes y Angela Galeana son amigas desde hace tiempo, se conocieron cuando trabajaban en una tornillería. Su jornada laboral era de más de ocho horas al día, por lo que pasaban poco tiempo con sus hijos, además, no les permitían ir a juntas, festivales o alguna otra actividad escolar.
Cansadas de la situación, decidieron emprender un negocio propio, una tornillería, algo inusual para dos madres, pero era una actividad que conocían.
“La decisión principal para abrir el negocio fue por el tiempo con nuestros hijos; pasábamos poco tiempo con ellos, no podíamos ir a festivales, no nos daba tiempo de nada, por este decidimos hacer algo, asociarnos y poner nuestro propio negocio”, dijo Angela.
Aseguró que no ha sido fácil, pues recibieron críticas, incluso les reclamaron de haberse robado la idea de otra persona. Después de seis años de tener su tornillería llegan personas, principalmente hombres, y se sorprenden que sean mujeres las que las atienden.
“Nuestro trabajo nos gusta mucho y, ahora, tenemos el tiempo que queríamos con nuestros hijos, tenemos muchos beneficios y eso nos motiva a salir adelante todos los días”, dijo Yuliana.
Aseguran que el confinamiento social ocasionado por la pandemia de COVID-19, disminuyó sus ingresos, pero les permitió poder atender a los pequeños con las clases en línea y no descuidar su negocio. Adaptaron un espacio que se convirtió en un salón de clases para los tres hijos de Yuliana y a los dos de Angela.
“Parecemos una pareja y este negocio es nuestro hijo, no ha sido sencillo y poco a poco vamos saliendo adelante, pero no hay que dejarse subestimar, creen que por ser mujer no podemos aprender ‘cosas de hombres’, pero no es así, hombres y mujeres tenemos los mismos derechos y capacidades”, coincidieron.
Ellas pasarán el Día de las Madres como un día cualquiera, abrirán su negocio, ubicado en la colonia Otilio Montaño de Jiutepec, y celebrarán al lado de sus hijos.
Por: Marcela García