La endodoncia es la especialidad de la odontología que se encarga de la prevención, diagnóstico y/o tratamiento de las enfermedades pulpares, es decir del nervio dental y de las estructuras que lo rodean. La pulpa dental o pulpa dentaria, es el tejido blando localizado en el interior del diente, el cual contiene nervios, vasos sanguíneos y tejido conectivo, al inflamarse presenta síntomas como dolor.
Esta especialidad se enfoca en el tratamiento para dientes infectados de manera grave, cuya causa involucra parte del nervio del diente.
La presencia de dolor por diversas causas como contacto con frío o calor, en determinadas posturas, al comer y beber etc. es uno de los principales síntomas de tener inflamación pulpar, y el tipo de dolor que se siente, es el que indicará al odontólogo si la endodoncia es una alternativa de solución para este problema.
Este procedimiento se realiza en piezas dentales que tienen caries profundas, la cual genera inflamación o necrosis de la pulpa dental, que también se puede inflamar por traumatismos, erosión y desgaste por roce entre los dientes, por ejemplo, debido al bruxismo.
Explicado de una manera más clara, el diente tiene tres estructuras; la primera es lo que se ve cuando sonreímos llamado esmalte, la segunda; es la dentina, capa posterior al esmalte, espacio donde se encuentra la pulpa, la cual en caso de tener un daño y encontrarse vital, puede ser sometida a un tratamiento de endodoncia, de lo contrario deberá de considerarse otro tratamiento.
Los síntomas que pueden llegar a presentarse en caso de que el daño pulpar se encuentre en etapa inicial, son: sensibilidad a estímulos térmicos, ya sea frío o caliente, molestia al aire y en una estadía más avanzada, existe incomodidad al morder y/o masticar. En caso de no tratarse a tiempo, los dolores se intensifican y causan inflamación. Los factores qué se derivan a un daño pulpar son; caries dental, fracturas o restauraciones muy profundas.
El rango de edad entre los pacientes que más visitan a los especialistas en endodoncia es muy amplio, cualquier persona que cuente con sus piezas dentales permanentes, es vulnerable a este tipo de daños en los dientes, lo que pone en el mapa a niños desde los 8 años, hasta adultos mayores.
Cuando los pacientes llegan con algún daño de este tipo, el endodoncista realiza las pruebas correspondientes las cuales consisten en; palpación, percusión y estímulos térmicos, arrojando un diagnóstico, para saber si el paciente es candidato al tratamiento endodóntico.
En caso de que el paciente requiera de endodoncia, lo primero que se debe hacer, es anestesiar al paciente, aislarlo, empezar a limpiar el diente y todas las capas que se encuentren afectadas, en el caso de que el nervio este dañado, se debe llegar a él, eliminarlo y limpiar el área. El tratamiento concluye obturando los conductos, se sella con una pasta especial y se analiza durante un período de observación, en donde si no hay síntomas se puede proceder a la rehabilitación del diente.
Lo recomendable es acudir con un especialista para un diagnóstico adecuado y tratamiento correspondiente.
Nos leemos en la próxima columna.
Oscar Camizao Méndez | Especialista en endodoncia