Aunque es uno de los embutidos más populares en México, especialmente en tortas y botanas, pocos saben qué contiene realmente el queso de puerco. Su nombre puede ser engañoso, ya que no es un producto lácteo. Así lo advierte la más reciente edición de la Revista del Consumidor, publicada por la PROFECO, que revela a detalle su composición, elaboración y los posibles efectos en la salud.
¿Qué es el queso de puerco y por qué se llama así?
A pesar de su nombre, el queso de puerco no contiene leche ni derivados lácteos. Se trata de un embutido hecho con partes adiposas y cutáneas del cerdo, principalmente sobrantes de la cabeza, como piel, grasa, cartílago y músculo. Estas partes se curan con sal y nitratos, se pican, cocen, muelen y mezclan con especias, para luego ser prensadas y embutidas hasta formar una pieza sólida.
El término “queso” proviene de su proceso de modelado y prensado, similar al de algunos quesos tradicionales, aunque el contenido es completamente cárnico.
“Se utiliza con frecuencia en varias zonas del país como ingrediente en tortas y botanas”, destaca la PROFECO.
¡Ya está disponible nuestra @RdelConsumidor de mayo!
Les comparto la liga para que la descarguen y consulten toda la información:
Opciones de regalo para mamá
Platillo sabio: tlapique de pescado
Estudios de calidad: queso de puerco y toallas sanitarias
Y mucho más… pic.twitter.com/YKHfS08oDN— Iván Escalante (@ivan_escalante) May 1, 2025
Ingredientes comunes en el queso de puerco
Según el análisis de la revista, este producto puede contener:
- Cabeza, carne y grasa de cerdo
- Agua y especias
- Conservadores, fosfatos y nitritos
- Sal común
- En algunos casos: almidones, colágeno o azúcares
Esta combinación explica por qué al consumirlo se perciben texturas diferentes, con zonas más duras o gelatinosas, dependiendo del corte utilizado.
¿Es seguro comer queso de puerco?
Si bien este embutido aporta proteínas, la PROFECO y expertos en salud recomiendan un consumo moderado, especialmente en personas con padecimientos crónicos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo clasifica como alimento procesado, y sugiere limitar su ingesta debido a los siguientes factores:
- Alto contenido de sodio, que puede afectar la presión arterial
- Grasas saturadas, que impactan la salud cardiovascular
- Aditivos que, en exceso, podrían ser perjudiciales a largo plazo
Además, el IMSS, en su guía para pacientes con diabetes, recomienda evitar o reducir el consumo de este tipo de embutidos debido a su relación con enfermedades como hipertensión, obesidad, enfermedades cardiovasculares y diabetes mellitus.
Conclusión: El queso de puerco puede ser un aliado en la cocina mexicana por su sabor y practicidad, pero conocer sus ingredientes y efectos permite tomar decisiones más saludables. Como en muchos casos, la clave está en la moderación.
