El décimo mandamiento menciona que “no codiciarás los bienes ajenos”, cuestión que llama poderosamente mi atención sentido de que, allá por los rumbos de Coapa, siempre, pero entiéndase bien ¡siempre! han codiciado los bienes ajenos, lo que no tendría nada de anormal en un futbol profesionalizado. Sin embargo, el hecho de que su codicia sea particularmente activa en cuanto a los futbolistas que han militado en el equipo representativo de nuestra máxima casa de estudios, raya en la perversión.
Esto viene a cuenta, en virtud de que se ha convertido en más que un rumor, que las águilas del América andan enamorando al Nico Castillo para que se convierta en el ariete que, a pesar de todos sus blasones, incluyendo el recuente título de la Liga Mx, el equipo necesita.
En el recuento de los traspasos, directos e indirectos entre ambas escuadras (Pumas y Águilas) resulta inmensamente favorable a los dirigidos por en consorte de la liendre; toda vez que, son bien poquitos los exfutbolistas americanistas que han terminado jugando para Pumas, comparados con lo jugadores universitarios que han acabado perteneciendo a los azulcrema.
Cada vez que hay una estrella o una promesa balompédica, a la corta o a la larga es codiciada por el “odiado” rival”, o al menos la historia no es capaz de desmentir mi dicho.
Todo inició con Enrique Borja, rompe redes surgido de la inagotable cantera felina, quien (en contra de su voluntad) fue transferido al América, en donde escribió gloriosas páginas dando muestras de su calidad y profesionalismo. Continuaron con Toño de la Torre Villapando, contención de excelencia y material de Selección. A partir de ahí, la lista es larga.
Cuando el mejor futbolista nacido en este país, conocido como el niño de oro, regresó al terruño querido lugo de triunfar en la madre patria, no perdieron oportunidad de contratarlo. Se llevaron al “arquero de cristo” Adolfo Ríos. Al Beto, García Aspe; A Braulio Luna. Al ahora conocido como el doctor Luis García ¡Jugadorazo!.
Al revés, han sido muy poquitos. El pata Bendita Oswaldo Castro llegó luego de varios años de haber dejado Copa. Joaquín del Olmo… y párenle de contar. Moctezuma Serratos ni jugó. Salinas, fue repudiado. Incluso cuando Mario Carrilo logró “el sueño de su vida” (ser Director Técnico de Pumas) le pesó su pasado americanista.
La historia se repite, ahora todo parece indicar que aplicarán una vez más la vieja fórmula… contratando a Nico.

Por: Eduardo Brizio / ebrizio@hotmail.com

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp