Una reciente encuesta realizada por la firma Mercer México reveló que 7 de cada 10 empresas en el país se oponen a reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, como lo plantea la reforma constitucional que actualmente se discute en el Congreso. El sondeo, que consultó a 450 organizaciones de distintos sectores productivos, expone un panorama de desacuerdo generalizado en el sector empresarial frente a una de las reformas laborales más relevantes en los últimos años.
La principal preocupación de los empleadores gira en torno al impacto financiero y operativo que implicaría la reducción de la jornada. De acuerdo con los resultados, el 71% de las empresas no está de acuerdo con el cambio, mientras que solo un 29% se ha manifestado a favor. Entre los argumentos esgrimidos por los opositores destacan el incremento en los costos laborales, la necesidad de contratar más personal para mantener la productividad, y el posible aumento en las cargas administrativas.
A pesar de este escepticismo, un número significativo de empresas ha comenzado a evaluar posibles rutas de adaptación. Un 45% de los encuestados indicó que podrían implementar medidas como jornadas comprimidas (trabajar más horas en menos días) o adoptar esquemas híbridos que combinen trabajo presencial y remoto, con el fin de equilibrar la reducción de horas con la eficiencia operativa.
Otro 37% de las organizaciones analizadas dijo que, de aprobarse la reforma, optarían por distribuir las 40 horas en cinco días laborales, mientras que un 12% consideraría modelos de cuatro días laborales por semana. Además, un 6% se inclina por revisar esquemas de productividad con metas específicas como alternativa a la rigidez horaria.
Los expertos de Mercer advierten que, aunque el rechazo es mayoritario, las empresas que se anticipen al cambio podrán adaptarse de manera más competitiva y saludable al nuevo entorno laboral. Destacan también que la discusión no solo es jurídica o económica, sino cultural: representa un cambio en la concepción del trabajo, el bienestar de los empleados y el equilibrio entre la vida personal y profesional.
La reforma laboral que propone la jornada de 40 horas ya fue aprobada en comisiones en la Cámara de Diputados, pero aún no ha sido votada en el pleno. El debate se ha pospuesto en varias ocasiones ante la falta de consenso entre legisladores, empresarios y sindicatos. Mientras tanto, la presión por modernizar los esquemas laborales en México sigue creciendo, impulsada por experiencias internacionales y una mayor conciencia sobre la salud mental y física de los trabajadores.