En honor al joven revolucionario Felipe Neri Jiménez, descendientes de él y del general Emiliano Zapata Salazar develaron una placa conmemorativa en el Barrio de Gualupita, en Cuernavaca, lugar donde nació este revolucionario el 23 de agosto de 1884.
La placa que colocaron este sábado afuera del Parque Melchor Ocampo dice lo siguiente: “General de División Felipe Neri Jiménez. Nace el 23 de Agosto de 1884 en el Barrio de Gualupita, Hombre Noble y Leal, Firmante del Plan de Ayala. ‘El as de la revolución’. Te recordamos con admiración, cariño y respeto. Tu Familia Neri, Jiménez, Salazar. Los Héroes verdaderos nunca se olvidan. Muere el 23 de Enero de 1914 a la edad de 30 años”.
El cronista Valentín López González acompañó el evento con unas palabras sobre la vida y acciones de este revolucionario, resaltando que “Felipe Neri fue uno de los revolucionarios más allegados al general Emiliano Zapata. Llegó a ser uno de los principales jefes del movimiento zapatista en Morelos”.
Además, “Neri fue reconocido por ser intrépido y por sus arremetidas temerarias en contra del enemigo (...) Participó en el sitio y toma de Cuautla, donde adquirió celebridad. Fue conocido con el apodo del ‘Sordo Neri’, debido a que perdió un oído por la explosión de una bomba en el sitio de Cuautla. Fue conocido por sus rápidas maniobras. En la mañana atacaba algún destacamento federal e inmediatamente se retiraba con el botín de guerra, y por la tarde aparecía atacando otro punto”, narró el cronista.
El lugar donde se colocó la placa fue donde nació este héroe de la Revolución Mexicana, pues López González dijo que “Neri nació en el Barrio de Gualupita, el 23 de agosto de 1884, hijo de Pedro Neri y Faustina Jiménez, siendo un niño tuvo que irse a trabajar a las haciendas. Y al iniciar la Revolución, decidió incorporarse al movimiento Maderista en marzo de 1911, a los 26 años de edad”.
Posteriormente, “en Mayo de 1913, el general Emiliano Zapata decidió reorganizar el alto mando rebelde para darle formalidad, dándole el carácter de Junta Revolucionaria del Centro y Sur de la República e incluyó en esta junta a sus generales más fieles y confiables, como Felipe Neri, Otilio Montaño, Eufemio Zapata, Genovevo de la O, Francisco Mendoza Palma y Amador Salazar”.
El intrépido revolucionario murió muy joven, a la edad de 30 años, pues según López González, en el año de 1914, cerca del pueblo de Amatlán, Tepoztlán, fue emboscado por el general Antonio Barona. Una descarga de fusilería terminó con la vida del valiente guerrillero.
“No se sabe exactamente lo que motivó a Barona a realizar esa acción, quizá porque Neri llegara a controlar el territorio que dominaba Barona, otras versiones señalan que simplemente fue un error y que lo confundieron con tropas Huertistas, por lo que su cadáver fue sepultado en el atrio del pueblo de Amatlán en Tepoztlán”, concluyó el cronista, acompañando su intervención con la clásica consigna de los movimientos agraristas en Morelos: “Zapata vive y vive, la lucha sigue y sigue”.
Salvador Rosas / salvador.rosas@diariodemorelos.com