Trabajar bajo presión puede convertirse para algunas personas en una motivación más para avanzar, mientras que para otros puede ser un peso imposible de superar; estos últimos, usualmente llegan a ser estigmatizados con el calificativo de “perezosos”.

Sin embargo, la Psicología podría traer una nueva forma de ver estas situaciones. Con esta perspectiva, es posible que muchos comiencen por preguntarse qué tan real es la pereza. 

Según la opinión del profesor de Psicología Social, Devon Price, cuando hablamos de no querer realizar una actividad, se debe notar que detrás de esta creencia se encuentra una fuerte falta de motivación.

Para poder comprenderla, es de gran importancia mirar las condiciones ambientales en las que se maneja la persona.

Asimismo, Devon Price asegura que “si el comportamiento de una persona no tiene sentido para ti, es posible que te estés perdiendo una parte del contexto”. Básicamente, si aplicamos este pensamiento a la “pereza”, podemos ver que deja de ser un comportamiento aislado. De hecho, comienza a tratarse de la sumatoria de una cantidad de elementos ambientales que pasan desapercibidos con frecuencia. 

Motivos

El psicólogo Leon F. Seltzer dio a conocer los porqués más comunes:

  • Falta de disciplina que se traduce en falta de autoestima y confianza en uno mismo. 
  • Falta de interés en el trabajo, se presenta cuando el trabajo no suele agradarles y por ello no los motiva.
  • Falta de apoyo emocional, que se trata de ausencia de motivación externa que da soporte a su motivación interna y la falta de un sentido de eficiencia en la que la persona no sea capaz de realizar satisfactoriamente una tarea y la deja de lado.

Menciona que entre todo esto, también se encuentran otras situaciones como la necesidad de reconocimiento, que está relacionada con la búsqueda de un apoyo al finalizar el esfuerzo.

También suele  encontrarse  desconfianza en los resultados positivos de cualquier tarea, ya que si la persona no ve que vaya a traer nada bueno para ella, no lo intenta. Un papel muy importante en esto es el miedo:

  • Miedo al fracaso: Las personas prefieren no hacer nada a menos que tengan la absoluta seguridad de que todo saldrá bien y no cometerán ningún error.
  • Miedo al rechazo: Si la persona considera que sus acciones serán juzgadas y que darán como resultado opiniones desfavorables, la persona prefiere paralizarse antes de tomar cualquier acción. El psicólogo Price concluye: “Que aunque la  pereza no es más que un término despectivo, las situaciones que causan estos comportamientos son completamente reales en las personas. 

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