Terminó el ejercicio de la consulta sobre la pertinencia o no de la termoeléctrica en Huexca; señalábamos en columnas anteriores sobre la necesidad que ésta se diera en las óptimas condiciones de seguridad y afirmábamos que hubiera sido deseable que previo al ejercicio de participación, no hubieran habido los calificativos para quienes se han opuesto al proyecto.
Decíamos, que una consulta siempre trae dos ópticas a la realidad; enfrenta posturas y genera ganadores y perdedores. Así es, en un ejercicio de este tipo -lo afirmamos- si no se aseguraba una conducción equilibrada y profesional, donde nadie se sintiera agraviado, la consulta lejos de ser un ejercicio de terminar con una disputa de grupos, se convertiría en un detonador de nuevos conflictos.
La consulta del “si o no a la termoeléctrica” fue tomando un tono negativo desde el calificativo presidencial “conservadores de izquierda” hasta el lamentable homicidio del activista opositor y comunicador, días antes de que se instalaran las urnas de votación. Sin duda estos fueron ingredientes que polarizaron y tuvieron repercusiones violentas en la votación del fin de semana pasado que hoy, ya tiene a gente manifestándose en las calles.
Finalmente ayer fueron dados a conocer los resultados de la consulta, dando como ganador al “si a la termoeléctrica” en una votación no abundante pero si mostrando que existe un número importante de gente que no quiere que el Proyecto Integral Morelos (PIM) se cristalice.
Los agravios, en otras palabras, siguen presentes y prueba de ello es que los liderazgos opositores a la termoeléctrica, han rechazado los resultados de la consulta y señalado que los pueblos del oriente, a pesar de los resultados, seguirán en contra, preparando con ello -y renovando- una nueva resistencia al PIM, de la que en Morelos ya conocemos los antecedentes.
Es muy lamentable que esto suceda y como la fueron armando, ya se vislumbraba, que en esta consulta nadie ganaría.
En el despropósito de la consulta no solo han quedado expuestos capitales públicos y privados que confían en México como un país donde existe seguridad para sus inversiones, sino también han quedado defraudados diversos grupos sociales, afines a Morena y al nuevo gobierno, que hoy le reclaman de incumplimiento de palabra al propio Presidente de la República.
Hoy, después de la consulta, las dudas no se disiparon y por el contrario, los desencuentros se radicalizaron; lejos de traer al proyecto paz social, la consulta fue detonante de nuevos motivos para mantener los enfrentamientos.
En fin, pareciera que la serie de la termoeléctrica en Huexca, todavía dará para muchas temporadas; esperemos que los funcionarios encargados, empresarios y liderazgos tengan aún, todavía ánimo de dialogar y llegar a puntos de encuentro que puedan dejar a todas las partes satisfechas.
Aquí urge que el tiempo pueda atemperar los daños causados por la consulta y es que como aquí se dijo, el tema trae una historia trágica de desencuentros que la consulta no solucionaría.
El problema social que hoy representa Huexca a Morelos y a la certidumbre como país, ya no alcanzan a solucionarse con las famosas expresiones del “va o no va”; anhelamos que la prudencia impere y que se encuentre en el diálogo respetuoso y en la comunicación efectiva, una fórmula idónea tanto en promotores como en opositores, para que no se canse el ganso.
Por: Guillermo Amerena Betancourt