Axochiapan, Morelos.- Al escuchar Axochiapan quizás no tengamos una idea clara de qué esperar, sus principales actividades son la agrícola y las fábricas de yeso; los caminos a Axochiapan están rodeados por inmensos plantíos de sorgo, maíz y algunos otros de huaje.  

Con una gran celebración del 8 al 27 de enero, con el 25 como el día grande, esta feria es en honor a San Pablo Apóstol, con el baile típico del Tecuán, en cada fiesta existe un “Mayordomo”,  que es el encargado de alimentar a todos lo que apoyan con la elaboración de los “cirios”. El “Mayordomo puede llegar a gastar hasta 60 mil pesos; lo más increíble de todo es que muchas veces son las personas con menor capacidad económica las que aceptan esta función e incluso venden terrenos para lograr cumplir esta “promesa” hecha a su santo patrono.
Muchos de sus habitantes se ven en la necesidad de irse a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, lo cual lo vuelve un municipio que también subsiste gracias al cambio de remesas.
Esa migración como cualquier otra, trae nostalgia, añoranza y estremecimeinto al recordar nuestra tierra. Este amor por su municipio fue lo que impulsó, primero, de manera fortuita, y después por convicción, un proyecto lleno de colores.
Claudia Janeth Romero Bueno, aficionada a los viajes, se encontraba con lugares mágicos y llenos de color en cada uno de ellos, así, cada vez que regresaba a su querido municipio se sentía decepcionada por el descuido de sus calles, queriendo un cambio decidió que era hora de ponerse en acción, fue entonces que a mediados de Julio subió una foto a su Facebook de algunos murales que tenía afuera de su casa, todo comenzó con esas imágenes y estas palabras: “Que bonito se vería Axochiapan llena de murales”, la respuesta fue inmediata, un paisano que se encontraban en el norte le respondió que tenía razón, Claudia no dudó en responder: “¿Y si te patrocinas uno?”.
Sin embargo, fue su hija, quien radica en Chicago la primera en “patrocinar” un mural, seguida de amigos viviendo en Los Ángeles, Memphis y Nueva York, todos originarios de Axochiapan y con la posibilidad económica para financiar su propio mural. El proyecto se planteó para 15 murales, Claudia sabía que no sería fácil pero no estaba sola, su primo David Jesús Trujillo Sánchez, le brindó su apoyo.
Trujillo conocía a un muralista y él se encargó de llevarlo hasta el municipio, fue así que comenzaron a salir a la calle y hablar con los vecinos para pedir sus bardas.
Apatía, ambición y sobre todo mucha negativa fue con lo que se encontraron, por parte de las autoridades y de los mismos pobladores; ellos sabían que todo sería un reto, pero no pensaron hasta qué magnitud, ya que sus vecinos estaban acostumbrados a rentar sus bardas para publicidad, pero los primos no se rindieron.
En la calle y postes al rededor de la barda elegida, el patrocinador seleccionaba el diseño y las medidas aproximadas y Claudia y David se dieron a la tarea de buscar el lugar indicado.
Poco a poco y uno a uno, esos primeros 15 murales al paso de un mes y medio se convirtieron en 45 y esperan llegar a 50 o más.
Claudia dice: “Ha sido un mes y medio de mucho trabajo, muy cansado, he dejado atrás el maquillaje, las zapatillas y tener las uñas pintadas, pero vale la pena por que se está viendo el cambio”
Los mismos vecinos comienzan a motivarse, barren las calles, recogen la basura, limpian los postes, trabajo que anteriormente sólo hacían ella y su primo.
“Quizas ustedes no noten el cambio, porque no vieron como estaba, pero mucha gente, gracias a esto se motivó y pintó su casita”, comentó Claudia a este redactor.
Sin apoyo del Ayuntamiento han logrado sacar adelante este proyecto; con insistencia y perseverancia lograron convencer al Presidente Municipal de que les permitiera pintar el arco en la entrada del municipio, donde hoy se pueden ver retratados los elementos más representativos de Axochiapan, como los tradicionales chinelos morelenses; el tecuán, baile típico del municipio; la iglesia del pueblo, el tren, los cirios y San Pablo Apóstol.
Los primos también denuncian que a pesar de que el Ayuntamiento cuenta con las representativas letras que adornan los municipios del estado, éstas no ha sido entregadas para su colocación, por lo cuál están promoviendo que se entreguen para que adornen la entrada de Axochiapan.
Tal vez a simple vista no se aprecien los numerosos murales que envuelven y llenan de magia y color a Axochiapan, pero una vez que los miras y te dejas atrapar por ellos, sin duda alegran la vista. En ellos podemos observar a Zapata, Frida Kahlo, Diego Rivera, Quetzalcoatl, el Tecuán, mensajes, como el famoso “amor y paz”; alas de ángel o mariposa, para la fotografía del recuerdo, hasta fachadas de casas que se han vuelto las más populares entre los habitantes.
En estos murales también encontramos una parte del corazón de Claudia, ya que en la barda de su hogar podemos encontrar un mural dedicado a su abuelita , a cargo del muralista Miguel Ángel “Frío” Sánchez Cruz. 

"Mucha gente, gracias a esto, se motivó y pintó su casita.” Claudia Janeth Romero, iniciadora del  proyecto

Color. El “pueblo de los mil colores” quieren que sea  Axochiapan.

Por: Andrés de la Rosa / local@diariodemorelos.com

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