En una intervención conjunta, la Profeco (Procuraduría Federal del Consumidor) y el IFT (Instituto Federal de Telecomunicaciones) han frenado las medidas de bloqueo de smartphones comprados en el mercado gris en México. La medida, aplicada por Samsung, Motorola y ZTE, ha generado preocupación entre los consumidores, llevando a estas instituciones a tomar acciones inmediatas.
En respuesta a las indicaciones de la Profeco y el IFT, Samsung y Motorola han decidido suspender el bloqueo de smartphones provenientes del mercado gris. En un comunicado oficial, Samsung expresó su compromiso con el cumplimiento regulatorio y su disposición a colaborar con las autoridades para abordar esta problemática.
El bloqueo de smartphones por parte de Samsung, Motorola y ZTE ha sido el foco de atención en México. Profeco e IFT, al tanto de la situación, instan a estas empresas a suspender de inmediato dichas acciones para evitar perjuicios a los consumidores. La Profeco reconoce los riesgos asociados con los dispositivos del mercado gris, pero señala que las medidas adoptadas por las compañías no son adecuadas para abordar el problema.
Reconocimiento de riesgos
La Profeco y el IFT reconocen los riesgos vinculados a los smartphones adquiridos en el mercado gris, pero subrayan que el bloqueo absoluto afecta los derechos de los consumidores. Tras la suspensión del bloqueo, se planea la formación de un grupo de trabajo con los fabricantes para abordar la situación de manera integral.
Advertencia a fabricantes
Se convoca a los fabricantes a participar en el grupo de trabajo para identificar medidas que enfrenten los desafíos del mercado gris, siempre protegiendo los derechos de los usuarios. Aunque la intervención defiende directamente al consumidor, deja claro que las instituciones no respaldan la comercialización de dispositivos móviles a través de esta vía.
La intervención de la Profeco e IFT no solo protege a los consumidores, sino que también envía una clara advertencia al mercado gris. Las medidas de bloqueo implementadas por algunas empresas deberán ser revisadas, y se espera una colaboración activa con los fabricantes para abordar los retos regulatorios, comerciales y legales asociados con este mercado en México.