Entre los muchos temas que se pueden llegar a registrar en materia de salud, en su gran mayoría los problemas dentales son prevenibles, pero en muchas ocasiones no se cuenta con la cultura de acudir mínimo cada 6 meses con el odontólogo, y es que muchas veces el solo hecho de pensar en ir al dentista, nos llena de miedo y se relaciona con mitos que se ligan con el dolor.

La cultura de la prevención en materia dental, puede cambiar el rumbo de nuestros dientes, pues hay enfermedades que detectadas a tiempo se puede lograr evitar incluso la pérdida de piezas dentales, mal aliento o problemas con las encías, nuestra forma de masticar los alimentos y la apariencia de nuestra sonrisa.

Esta semana te platico de la periodontitis, la cual es una enfermedad que destruye los tejidos de soporte de los dientes, debes de saber que nuestros dientes como tal no se encuentran unidos al hueso, sino que se encuentran unidos por unas fibras llamadas ligamento periodontal, que es el que ayuda a soportar la fuerza que se ejerce al masticar y que ayuda a que el diente se mantenga en una misma posición, de ahí los riesgos de este padecimiento que destruye la base dental.

La periodontitis es una enfermedad crónica de lenta progresión, es como una infección que va avanzar muy lentamente, sobre los tejidos de soporte.

Los síntomas más comunes son: halitosis, que es el mal aliento, la movilidad dental, el sangrado dental y en el peor de los casos incluso se puede registrar pus, síntomas que se pueden ver de manera más sencilla y son fáciles de identificar por quienes tienen este padecimiento.

El problema principal de esta enfermedad, son las bacterias, si bien todos tenemos bacterias en la boca, hay algunos que somos mas susceptibles a estos padecimientos que otros pacientes. Por ejemplo, pueden existir casos, en donde una persona no se lave los dientes durante 10 días y no sufra alguna afectación, mientras por otro lado, otra persona puede dejar de lavarse los dientes un día y de inmediato tener inflamación de encías. En este caso se combina, la comunicación entre las bacterias que se tienen en la boca con nuestro propio sistema inmune, que puede estar propenso o no, a que estas bacterias actúen, teniendo así relación con la genética y con muchas enfermedades sistémicas, que tenemos en nuestro cuerpo, como diabetes, hipertensión, etc. Con lo anterior, podemos ver que, incluso teniendo una excelente higiene bucal, hay factores genéticos, físicos y de salud en general, que nos puede hacer más propensos a este tipo de enfermedades relacionadas con la periodoncia.

Si se habla de estadísticas, en pacientes adultos, este padecimiento suele presentarse entre los 40, 50 y 60 años, siendo el rango de edad con mayor vulnerabilidad ante este mal. Sin embargo, se puede empezar con problemas desde antes y hasta la edad adulta dejar ver los síntomas, que ya nos indican que algo no anda bien.

Para este tipo de enfermedades y padecimientos, existe una rama de la odontología que es la periodoncia, que estudia todas las complicaciones, enfermedades o patologías que involucren el periodonto, el diente, la raíz, la encía, el hueso y el ligamento en general.

Después de hablar de algunos detalles de esta enfermedad, de como luce y de la forma en que se manifiesta a través de síntomas, también te quiero platicar de la importancia de la detección temprana y de la forma en que se trata.

El tratamiento es toda una secuencia de pasos, ya que no consiste únicamente en recetar productos para desinflamar, quitar dolor o enjuagues bucales, sino que se consiste en todo un proyecto de mejora de este padecimiento, de lo contrario, el problema no se elimina y únicamente se detiene por periodos cortos de tiempo.

Es necesario desarrollar todo el proceso, para que el paciente pase, de un estado inflamatorio, donde ya perdió hueso, a un estado sano, en donde en muchos casos, se puede regenerar lo que se haya perdido durante el avance de la enfermedad; es un trabajo en equipo entre el especialista y el paciente, quien se debe de comprometer a poner de su parte, atender las recomendaciones de manera puntual y mantener una constante higiene bucal.

Desafortunadamente es una enfermedad silenciosa, que se puede tener y presentar los primeros síntomas después de varios años, a veces ya es demasiado tarde y el procedimiento de recuperación, suele llevar mas tiempo. Lo ideal es empezar a hacer evaluaciones desde los 20-25 años, para ubicar si el paciente es propenso o no, a este tipo de enfermedades.

La enfermedad se puede detener por completo, pero el compromiso y detección a tiempo es fundamental para que se tenga éxito en el tratamiento.

Las recomendaciones principales, son acudir por lo menos dos veces al año al dentista de manera preventiva y mantener una adecuada higiene bucal.

Nos leemos en la próxima columna.

Las opiniones vertidas en este espacio son exclusiva responsabilidad del autor y no representan, necesariamente, la política editorial de Grupo Diario de Morelos.

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp