El hallazgo de restos óseos de un individuo que tendría entre 30 y 35 años de edad al morir, así como fragmentos de artefactos de cerámica virreinal fueron descubiertos y rescatados por personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) durante los recientes procesos de construcción del Centro de Desarrollo Comunitario y Mercado de Artesanías en el centro de la comunidad de Tlayacapan realizados a lo largo del año 2023.
De acuerdo con información del Centro INAH Morelos, expresada a través de su suplemento cultural “El Talcuache”, las actividades de rescate arqueológico se realizaron en el espacio ubicado entre las calles de Benito Juárez y Reforma, así como entre las de Otilio Montaño y 2 de Abril, en la colonia Centro de Tlayacapan, procedieron a demoler las instalaciones de la otrora Biblioteca Leobigilda Flores Alarcón.
“En las excavaciones también se identificaron una muy interesante hornilla de alfar muy probablemente de época virreinal, cuyas dimensiones muy probablemente estuvieron asociadas a la producción de artefactos de pequeño formato, quizá figurillas cerámicas o pequeños cajetes, de los cuales localizamos un par de moldes de pequeñas medidas en las inmediaciones”, detalló dicho Instituto.
Asimismo, explicó que en varias secciones de las áreas excavadas se identificaron una serie de basureros de distintos momentos, los cuales contienen materiales desde el período Posclásico Tardío (1350-1521 n.e.), hasta aquellos que mezclan ya en el siglo el siglo XVI, materiales de tradición indígena previa a la invasión española con aquellos plenamente novohispanos. Otros basureros muestran materiales mezclados de toda la época virreinal, hasta el siglo XX. Donde se localizaron fragmentos de artefactos de cerámica virreinal que incluye mayólica procedente de la Ciudad de México y también de Puebla, así como porcelanas orientales, oliveras europeas y búcaros de Tonalá.
También, “a unos cuantos metros del empedrado moderno que existe en el arroyo vehicular de la actualmente muy concurrida calle de Benito Juárez se localizó a escasos centímetros del nivel de la calle, un entierro humano con una ofrenda cerámica, y a corta distancia de éste, un basurero asombroso de la misma temporalidad que el entierro. En su conjunto, el entierro con su ofrenda y el basurero que contiene fragmentos de vasijas cerámicas, instrumentos líticos de obsidiana, carbón y hueso animal es muestra de una ocupación del espacio para ese mismo momento de contextos de carácter muy probablemente habitacional”.
Además, el análisis de la Antropología Física, a cargo de la Dra. Lilian Ivette García Maya, logró recuperar gran parte de un cráneo, unas secciones de un fémur, así como pequeñas porciones de una tibia y una fíbula, así como de una clavícula y una costilla, mostrando que se trató de los restos óseos de al menos un individuo adulto que tendría entre 30 y 35 años de edad al morir, cuyo enterramiento original inicial se realizó en otro sitio, para posteriormente moverse a este lugar, por lo que se le considera un entierro secundario.
Salvador Rosas / salvador.rosas@diariodemorelos.com