En los últimos años el maíz transgénico ha ocupado más territorio en los sembradíos del sur poniente del estado, debido a que genera una mayor producción, sin embargo, la Asamblea Permanente de los Pueblos de Morelos (APPM) señaló que esta actividad es motivo de alerta, ya que afecta la fertilidad de los suelos y las semillas originarias podrían desaparecer.
Juan Jiménez Escobar, campesino de Miacatlán e integrante de la APPM, manifestó su preocupación por el incremento del uso de semillas transgénicas en la siembra de maíz del sur poniente del estado, expresando que en los últimos dos años esta práctica aumentó significativamente, generando dependencia por parte de los productores que año con año tienen que comprar estos productos modificados para poder sembrar. 
“Un transgénico es dependiente de un paquete tecnológico, el cual implica abono químico, insecticida, fungicida y herbicida. Llegan a ocupar 10 litros de estos químicos en 200 litros de agua para poder levantar las cosechas de un transgénico, porque sino, no da”, explicó Jiménez Escobar. 
Lo que ha generado el incremento de esta problemática, según la APPM, es la producción que generan las semillas transgénicas, por ejemplo, en el caso del maíz se produce hasta dos veces más en comparación con las semillas criollas.
“La semilla viene modificada para que dé dos mazorcas, por lo que es una ventaja, porque en el maíz criollo sólo da una mazorca y muy rara la vez dos”, dijo el entrevistado. 
“Desafortunadamente”, expresaron, cada vez existen menos maíces criollos en Morelos y en casos extremos ya están “revueltos” con las semillas transgénicas, “aunque las semillas transgénicas no pueden volverse a sembrar después de que es desgranada de la mazorca, porque ya no vuelve a crecer”.
De acuerdo con el investigador en Ecología y Recursos Naturales de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Omar Arellano Aguilar, la llegada de las semillas transgénicas al país genera una problemática socioambiental, pues en el caso del maíz, pone en riesgo los casi 60 tipos nativos de maíz, producto de miles de años de selección de semillas llevada a cabo por diferentes grupos étnicos.
Además, el experto de la UNAM ha señalado que el maíz genéticamente modificado pone en riesgo la biodiversidad mexicana, ya que sus genes se diseminan fácilmente, contaminando las variantes silvestres. “A lo largo de los últimos años, son numerosos los estudios que han encontrado ADN transgénico en variedades nativas de maíz, incluso en zonas de montañas remotas de Oaxaca”.

Salvador Rosas / salvador.rosas@diariodemorelos.com
 

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