Los cursos de verano representan un gasto considerable para muchas familias, por lo que en varios casos optan por actividades recreativas gratuitas o realizadas en casa, señaló Mauricio Miranda, representante de la Asociación de Padres de Familia.
Las vacaciones de verano inician oficialmente del 16 de julio al 31 de agosto, con el regreso a clases programado para el primero de septiembre, por lo que los estudiantes disfrutarán de un periodo vacacional de aproximadamente seis semanas, una más de las habituales.
Mauricio Miranda explicó que, aunque muchas instituciones ofrecen cursos de verano para que los niños puedan mantenerse activos en este periodo, la decisión de inscribirlos depende en gran medida de la capacidad económica de cada hogar.
En colegios particulares los costos pueden oscilar entre seis mil y 10 mil pesos, mientras que en espacios más accesibles rondan los dos o tres mil pesos, lo que sigue siendo un gasto difícil de cubrir. A esto se suman otros compromisos económicos que coinciden con el cierre del ciclo escolar, como la compra de útiles, uniformes o aportaciones.
“Muchas veces las familias ya hicieron un esfuerzo económico para la clausura, lo que reduce la posibilidad de inscribir a sus hijos en cursos de verano”, comentó Miranda. Agregó que en comunidades pequeñas suele ser más sencillo organizar actividades comunitarias o convivencias familiares como alternativa.
Destacó que algunas escuelas públicas, ayuntamientos y gobierno estatal ofrecen opciones con costos más bajos o incluso gratuitas; pero: “muchos padres trabajan y no pueden llevar ni recoger a sus hijos todos los días”, y sus edades suelen impedir que asistan solos a estas actividades.
