El pasado 19 de julio de 2025, el cuerpo sin vida de Paolo, un adolescente de 14 años, fue hallado en el volcán Iztaccíhuatl, a una altitud de aproximadamente 4,780 metros, tras ser reportado como desaparecido desde el 12 de julio. Originario de la colonia Romero de Terreros, en la alcaldía Coyoacán, Ciudad de México, su muerte por hipotermia ha generado conmoción y preguntas sobre las circunstancias que lo llevaron a emprender esta peligrosa aventura en solitario.
Desarrollo del caso
Paolo fue visto por última vez el 12 de julio de 2025 en Coyoacán, y su desaparición fue reportada oficialmente el 16 de julio, cuatro días después, cuando se activó una Alerta Amber. Su cuerpo fue localizado el 19 de julio en el paraje conocido como Dos Portillos, en una zona de alta montaña, tras una intensa búsqueda liderada por la Brigada de Rescate del Socorro Alpino de México A.C. y otras agrupaciones.
Las primeras investigaciones indican que murió de hipotermia, probablemente debido a la falta de equipo adecuado para enfrentar temperaturas que, según un video suyo, llegaban a -2 °C por la noche. En este video, publicado en sus redes sociales, Paolo expresó su preocupación: “Me voy a congelar, no traigo ni siquiera sleeping bag y ando muy lejos del refugio”.
Este registro, que se viralizó, capturó sus últimos momentos y evidenció signos de confusión y voz entrecortada, compatibles con hipotermia.
¿Por qué estaba solo?
Paolo decidió escalar el Iztaccíhuatl por su cuenta, sin compañía ni equipo especializado, lo que lo expuso a riesgos extremos. Su afición al senderismo y la acampada, documentada en varios reportes, parece haber sido un factor clave. Sin embargo, la falta de supervisión es un punto crítico. Testimonios de otros senderistas y rescatistas indican que lo vieron solo durante su ascenso, con equipo mínimo como una chamarra ligera y dos barras energéticas, pero no se le impidió continuar, lo que ha generado debate sobre la responsabilidad de las autoridades y adultos presentes.
Se mezcló con un grupo de montañistas
Rescatistas presumen que Paolo llegó solo al Parque Nacional Izta-Popo y se mezcló con otro grupo de montañistas para poder ingresar sin ser detectado en los retenes de vigilancia. María Teresa Ortega Obregón, presidenta de la Brigada de Rescate Socorro Alpino de México, explicó la forma en la que el joven entró al parque sin ser detectado por parte de los cuidadores.
"Él ingresó por Paso de Cortés, la ruta regular el pasa por el paso regular, pero en la pluma lo que hacen es revisar que cuente uno con la pulsera del pago de derechos para transitar en el parque. Al parecer, iba mezclado entre otras personas, algún grupo a lo mejor más organizado. Es por ello que no se le detecta a él solo", dijo.
La demora en reportar su desaparición, de cuatro días, sugiere que su familia pudo no haber estado al tanto de sus planes o que había una dinámica de menor supervisión. Esto se suma a rumores, provenientes de fuentes cercanas, de que Paolo podría haber sido expulsado de casa tras una discusión, lo que lo habría llevado a buscar refugio en la montaña. Aunque estas afirmaciones no han sido confirmadas oficialmente, añaden una capa de complejidad al caso.
Alpinistas expertos, como Eduardo Sánchez, señalan que subir solo y sin equipo el Iztaccíhuatl, la tercera montaña más alta de México, es imposible.
"Tú no puedes predecir el clima, en cualquier momento puede caerte una tormenta, puede pasar una infinidad de cosas, imagínate, llegar a la cumbre sin equipo, y que te agarre una tormenta, ¿cómo bajas? Me han tocado menos 15 grados, pero con una sensación de hasta menos 20", añadió.
Contexto familiar
Paolo vivía en la colonia Romero de Terreros, Coyoacán, pero no se ha proporcionado información sobre su escuela ni sobre posibles adicciones o problemas psicológicos. En redes sociales, como TikTok, presuntos compañeros lo recordaron como un joven carismático y bueno con todos, lo que sugiere una personalidad sociable, pero no hay detalles adicionales sobre su vida personal. Fuentes cercanas a la familia, según reportes de medios, afirman que había conflictos en el hogar, y se menciona la posibilidad de que Paolo fuera expulsado de casa, lo que podría haberlo impulsado a emprender la ascensión. Estas afirmaciones, aunque extraoficiales, coinciden con la demora en reportar su desaparición, lo que podría indicar tensiones familiares.
Sin embargo, las autoridades no han emitido comentarios oficiales sobre la situación familiar ni han abierto investigaciones por negligencia, dejando estas preguntas sin respuesta concreta.
Reacciones y controversias
El caso ha reavivado el debate sobre la seguridad en ascensos al Iztaccíhuatl, una montaña que exige preparación y nunca debe escalarse solo, según expertos. La falta de intervención por parte de rescatistas y senderistas que lo vieron ha sido criticada, especialmente considerando que Paolo era menor de edad. En redes sociales, como X (anteriormente Twitter), se han compartido mensajes de condolencia y cuestionamientos, con publicaciones como la de @Desde_LaSilla destacando su último video: “Aquí la noche se pasa en menos 2 grados... me voy a congelar...”. Además, se ha planteado la necesidad de reforzar controles de acceso para menores en áreas montañosas, con Protección Civil evaluando posibles restricciones. El caso también ha generado preguntas sobre la responsabilidad parental, especialmente ante la falta de supervisión, aunque sin declaraciones directas de la familia, estas cuestiones permanecen en el ámbito especulativo.
Conclusión
La muerte de Paolo Sánchez Carrasco es una tragedia que resalta los peligros del montañismo sin preparación adecuada y la importancia de la supervisión de menores en actividades de riesgo. Mientras las autoridades investigan las causas exactas, las circunstancias que lo llevaron a estar solo en el Iztaccíhuatl, incluyendo posibles problemas familiares, siguen siendo un tema de especulación y debate. Este caso ha abierto discusiones sobre la seguridad en áreas montañosas y la responsabilidad de la sociedad en proteger a los más jóvenes.