Un traxcavo perforó la tierra blanda en una fosa en un panteón, donde en su interior yacían más de 100 cuerpos, la pala cilíndrica llegó hasta tres metros con 26 centímetros y de allí, empezó a sacar a la superficie los restos óseos, en el cementerio de Las Cruces en el poblado de Tetelcingo en Cuautla, donde varios peritos e investigadores forenses los esperaban para ser depositarlos en unas planchas y sustraer alguna parte de los restos para llevarlos a hacerles pruebas de ADN.  
La finalidad es cotejar este ADN los con familiares de personas desaparecidas que acudieron al panteón y que por años han estado buscando a sus seres queridos.
Fotos y texto: Luis Flores / DDM

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