CUAUTLA, MORELOS.- En la iglesia de “La Vid”, ubicada en el centro del municipio de Cuautla, el fraude no está en el fundamento cristiano, sino en la forma que lo usan y abusan los pastores Vicente y Evelia “Bella”, así como su corte de cándidos “servidores”. 

La fe cristiana es utilizada para manipular a cientos de creyentes que ansiosos de prosperidad material y/o espiritual, acaban por entregar una parte o hasta la totalidad de su patrimonio a gente sin escrúpulos. 

El más claro ejemplo de cómo intervienen en los sentimientos de los seguidores es el añejo proyecto de una iglesia que han pasado entre 15 y 20 años y todavía no logran de terminar. Quizá no les convenga hacerlo. 

Cada quincena los pastores piden donaciones generosas a los fieles, porque es importante “acondicionar la casa de Dios”, sobre todo si realmente se tiene voluntad de expiar los pecados que en la iniciación tuvieron que confesar para sanar su espíritu. 

Por todo lo anterior son importantes las ofrendas, diezmos o donativos que supuestamente se destinan al inmueble, que si bien tiene características envidiables para cualquiera de los fieles, como un auditorio para unas mil personas, nunca serán suficientes para sus pastores. 

Es decir, dar por terminado el acondicionamiento de la iglesia sería tanto como perder una jugosa e interminable fuente de ingresos, que fluye no sólo con los fieles que llevan años, lustros y hasta décadas donando, sino también los que constantemente que se van reclutando. 

Negarse a aportar equivale a severos regaños del tipo “¡Usted le está robando a Dios!”, porque los fieles son tan allegados y abiertos, que se conoce de qué monto son sus ingresos, así que el diezmo no puede disminuirse o evitarse. 

Otra maniobra disfrazada de atención y bondad es la llamada “Igle-kids”, que se ofrece para entretener a los niños mientras sus mayores atienden las prédicas, pero también sirve para adoctrinar desde esa etapa. 

Se les dice a los chicos que lo primero es no faltar, decirle a sus padres que los lleven a la iglesia, que no tomen alcohol ni se desvelen para que todos vayan a los servicios religiosos. 

De esa forma buscan evitar la deserción y, al mismo tiempo, que las nuevas generaciones garanticen la subsistencia de “La Vid” y el cuantioso negocio que les genera valerse de la fe cristiana. 

Por STAFF DDM  / local@diariodemorelos.com 

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp