Ante la falta de apoyos financieros para las empresas del sector gastronómico, la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) estima que el 25 por ciento de los negocios que cerraron por el COVID-19 no regresarán a la actividad y el impacto será contundente en la pérdida de fuentes de empleo.
El presidente del organismo, Harry Nielsen León, recordó que desde el inicio de la emergencia sanitaria, el sector restaurantero ha pedido que las reglas del financiamiento sean más flexibles, pero ante la negativa de las autoridades, el porcentaje de acceso al crédito es muy bajo y no alcanza para evitar el desplome general del sector.
En ese contexto, el capital de trabajo de los negocios se agotará con el pago de salarios, y gastos de operación, y al final, muchos no podrán regresar a trabajar, cuando concluya la emergencia sanitaria y de cualquier forma, el despido de trabajadores se registrará, anticipó.
Nielsen León también lamentó que en estos momentos de crisis, las autoridades no crean en los empresarios y no considere apoyarlos, independientemente de su nivel de formalidad.
Agregó que el servicio a domicilio no está funcionando por igual para todos, y no ha sido, hasta ahora, la opción para que las empresas del ramo mantengan una mediana operación.
En especial, ha funcionado para los negocios que ya trabajaban así, o para aquellos cuyo producto se presta más para la modalidad de llevar; no es el caso para los restaurantes que tienen menús en varios tiempos, los cuales tienen que ver a futuro cómo modernizar su servicio para con los clientes.
Igual mencionó que ante el escenario, la CANIRAC nacional estima, con base en sus encuestas y proyecciones, que el 25 por ciento de las empresas que no están laborando ahora, no volverán a hacerlo, por lo menos no de manera formal.
Lo anterior significa que para muchos, con la experiencia, y el golpe en sus inversiones, optarán por migrar a la informalidad.
ANTONIETA SÁNCHEZ
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