El Obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, convocó a la feligresía a no tener miedo y trabajar para recuperar la paz, tal y como lo hizo el padre Marcelo Pérez.
Este domingo, desde la Catedral de Cuernavaca Monseñor Ramón Castro encendió la lámpara por la paz, una manera simbólica para recordar la constante lucha para que regrese la paz al estado de Morelos y, en general, al país.
Durante su homilía dominical el Obispo recordó al presbítero Marcelo Pérez quien fue asesinado el mes pasado en San Cristóbal de las Casas Chiapas, quien fue conocido por su incansable lucha de defensa de las comunidades indígena, “quien amó a sus hermanos, fue un hombre lleno de caridad y su asesinato es inaceptable, era reconocido en México e incluso a nivel internacional, a pesar de contar con medidas de prevención él continúo, podemos decir que fue ‘la crónica de un asesinato anunciado’. Desde 2014 se convirtió en un líder de la resistencia contra el crimen organizado en Chiapas”.
Aseguró que el padre Marcelo siempre mostró su lucha por la paz a través de caminas y peregrinaciones, logrando a traer a las multitudes, en un ocasión, doce municipios de Chiapas realizaron una peregrinación y esta mañana –ayer- se realizó un ejercicio similar, pero ahora para protestar contra su asesinato.
Ramón Castro Castro llamó a los morelenses a no tener miedo, que la muerte del padre ayude a mantener la solidaridad en la comunidad, a seguir luchando para recuperar la paz, “no tengan miedo, como él que nunca lo tuvo”.
Finalmente, aseguró que existe pruebas irrefutables del amor de Dios, pero consideró que lo primero que se debe hacer es creer en su amor, “creer de verdad que Dios te ama, hay que sentirlo, creer en ese amor se convertirá en una fortaleza para todo el ser humano”.
