Jiutepec, Morelos .- El 19 de septiembre de 2017 fue un parteaguas para la familia de la señora Adriana Rosas Clemente, habitante de la unidad Narciso Mendoza de CIVAC, en Jiutepec; su patrimonio se perdió con el movimiento telúrico de 7.1 grados en escala de Richter, con epicentro en Axochiapan.
Recuera que poco antes de la 13:14 horas de aquel día que marcó a Morelos y a México, llegó de la primaria con sus dos hijos; en su departamento, la planta baja de un edificio de cuatro pisos se encontraba su esposo, ella preparaba la comida y al mismo tiempo observaban un noticiero de televisión, en donde hablaban del sismo registrado 32 años atrás. 
Minutos después de comenzar a ver la noticia,  se percataron que la tierra repetía lo sucedido años antes;  de inmediato evacuaron, pero en el intento por salir  a un jardín colindante con su puerta principal, el movimiento los regresaba, escucharon estruendos. 
"Veíamos las noticias y justo hablaban del temblor del 85, comenzamos  a sentir cómo temblaba, nos salimos del departamento, mis hijos se inquietaban y tratamos de ponernos a salvo, escuchamos que algo tronaba muy fuerte, cuando paró el temblor volteamos a ver nuestro hogar y ya estaba destruido", comentó.
Recordó que minutos después de aquel terremoto comenzó la incertidumbre, pues no sabían qué sucedería con su hogar, no tenían un lugar para pasar la noche junto con su familia, sin embargo, no perdieron la calma y trataron de estar juntos para salir adelante. 
El departamento es una herencia familiar, fue de la mamá de su esposo, él llevaba toda su vida en ese lugar, ella más de 10 años. 
"Los recuerdos de la casa siempre los tenemos presentes, el departamento fue de la abuelita de mis hijos y mamá de mi esposo", dijo. 
 La familia de Adriana tuvo que buscar alternativas para vivir, pues el edificio está catalogado como pérdida total, esperan la respuesta de las autoridades para que les ayuden a demoler y entrar en algún programa de reconstrucción. 

"Tengo la ilusión de regresar a mi departamento, fueron 10 años de vivir ahí, y de la noche a la mañana tuvimos que abandonar porque el edificio quedó catalogado como pérdida total."  Adriana Rosas,  afectada

Afectada. La señora Adriana Rosas Clemente y su familia tuvieron que abandonar la casa que por años fue nido de ilusiones y proyectos. 

Por: José Azcárate
jose.azcarate@diariodemorelo.com

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