A tan solo ocho meses de la tradicional feria de Tlaltenango, en Cuernavaca, la disputa por la administración y el manejo de los ingresos económicos de esta fiesta patronal inició el fin de semana con una asamblea, la cual fue cancelada para evitar confrontaciones entre pobladores.
Atan solo ocho meses de la tradicional feria de Tlaltenango, en Cuernavaca, la disputa por la administración y el manejo de los ingresos económicos de esta fiesta patronal inició el fin de semana con una asamblea, la cual fue cancelada para evitar confrontaciones entre pobladores.
“La asamblea se tuvo que cancelar para evitar la violencia y no llegaran a los golpes porque al último se empezaron a empujar, y consideramos que esto en vez de avanzar se hubiera vuelto un caos”, expresó el ayudante municipal de Tlaltenango, Michael Quecho Zarate, quien convocó a dicha asamblea vecinal.
Este año, cómo en el 2023, la disputa por el comité organizador de la feria de Tlaltenango 2024 se generó entre dos grupos de pobladores, uno respaldado por la Ayudantía Municipal y el segundo por el Cabildo Municipal de Cuernavaca.
De acuerdo con el testimonio de Quecho Zarate, las diferencias que se expresaron en la asamblea de este fin de semana fue la rendición de cuentas de ambas administraciones, ya que los dos grupos que hoy disputan la coordinación del comité de festejos tuvieron a su cargo la fiesta del 2022 y el otro grupo la administración en 2023.
Asimismo, agregó que la confrontación surgió por las grandes diferencias que existen, ya que el grupo respaldado por el Cabildo de Cuernavaca exige que los nuevos organizadores sean oriundos del pueblo de Tlaltenango y el grupo opositor pide lo contrario.
Como la asamblea no concluyó con algún acuerdo, Quecho Zarate explicó que será hasta el mes de febrero donde se vuelva a convocar a una segunda reunión, ya que en el mes de marzo el Comité Organizador de Festejos tiene que estar conformado para iniciar con los preparativos de la fiesta patronal 2024.