PROMESAS VACÍAS.
El romance entre los políticos y la ciudadanía suele ser corto. Dura apenas un par de meses. Se mantiene hasta que la población empieza a darse cuenta que las frases de campaña eran puras palabras huecas.
Cumplido el medio año, algunos alcaldes de Morelos empiezan a desinflarse como globos de fiesta. Mucho ruido y pocas nueces, eso es lo que pasa y no es que lo digan sus adversarios, lo reclaman aquellos que en alguna ocasión confiaron en ellos brindándoles su voto en las urnas.
Eso es lo que parece estar pasando con el presidente municipal de Jiutepec, Eder Rodríguez, quien traía muchas ganas de afianzarse en la política local con una buena actuación al frente de la administración, pero nomás no alcanza a llenar la silla.
Mitofsky afirma que sólo cuenta con un pobre 39.3% de aprobación entre los ciudadanos de Jiutepec. Para una alcaldía que apenas comenzó en enero, el amor de sus gobernados se acabó muy rápido.
Al ser de los municipios de la zona metropolitana, Jiutepec está en constante escrutinio y es obvio que si algunos de sus vecinos, como Xochitepec, Zapata y Temixco, están destacando por acciones positivas, el trabajo de Eder Rodríguez se verá más pobre todavía de lo que es.
Eso sí, el alcalde no va solo en ese tema, van metidos todos los que lo acompañan en la administración, porque sacar un gobierno adelante es un trabajo conjunto y de voluntades. Es decir, ni la mano le están echando.
Será bueno que el edil de Jiutepec, y otros que están en las mismas, pongan manos a la obra o será su debut y despedida.