LA MALA. De noche, como ha acostumbrado esta LV Legislatura, el G-15 votó por cédula a los nuevos magistrados.
En medio de señalamientos de irregularidades, de solicitudes de transparencia por empresarios, ciudadanos, especialistas y otros diputados, a la medianoche del jueves 23 aprobaron a titulares de diez magistraturas.
Todo lo solicitado lo ignoraron y votaron por amiguismo y compromisos personales, pues como lo declaran los propios diputados, por lo menos la mitad de los y las designadas, no cuenta con carrera judicial.
LA PEOR. Los baños de pureza que se dan los diputados, no son reales, pero sí, la respuesta del priista Eliasib Polanco a reporteros: “Insinuar tal situación pone en riesgo la reputación de todos los diputados”, al ser cuestionado sobre la venta de magistraturas.
Trasciende que algunos aspirantes, hoy magistrados, empeñaron hasta la camisa para cumplir con ese requisito, que no apareció en la convocatoria.
Dicen que algunos empeñaron propiedades para poder entregar los $5.000, 000 que, como se dice, exigían diputados para ser designados al TSJ.
Veremos que pasa en la FECC, con el expediente que abrieron a partir de una denuncia pública de dirigentes de 13 organizaciones de abogados, por la venta que oscilaba en cinco millones de pesos cada magistratura.
Finalmente se consumó, pero habrá impugnaciones e investigaciones, si se animan a llegar al fondo de esa elección.
Anoche, los diez nuevos magistrados tendrían su participación en el pleno del Tribunal Superior de Justicia, para ser presentados.