HABLADO EN buen romance “se fajaron” las autoridades de seguridad en Morelos e hicieron lo que en otros puntos como la CDMX no han hecho ante la toma de casetas de peaje carretero por grupos de civiles.
Por donde quiera vérsele, es una acción motivo de reconocimiento el que en esta semana que termina hayan desalojado y detenido a 78 personas que violentan la ley so pretexto de saciar demandas sociales.
Habían pasado varios meses de que las casetas de cobro se volvieron patente de corso de gente que primero solicitaban 50 pesos para fondear sus movilizaciones, y luego lo convirtieron en una obligación.
SORPRENDIÓ QUE de manera repentina hayan intervenido policías de investigación criminal de la Fiscalía estatal, elementos la Comisión Estatal de Seguridad y otras instituciones en visible perfecta coordinación.
La postura respecto de situaciones de esta índole la había marcado con toda claridad el presidente Andrés Manuel López Obrador en el sentido de no emplear la fuerza pública, como para evitar se le acusara de represor.
Más aún, porque siendo consuetudinaria la toma de la caseta de Tlalpan, en la Ciudad de México, por parte de familiares de los 43 de Ayotzinapa, ni en plena flagrancia de delito intervenía la Guardia Nacional.
EL HECHO toma un caris más delicado al señalarse que estos grupos de “manifestantes” son manipulados por líderes delincuenciales y que su protesta no es precisamente de activismo político, sino criminal.
Es decir, la mezcla de crimen organizado y grupos sociales con banderas de activismo social se convierte en un trabuco que seguro no puede enfrentarse con abrazos o acusaciones con sus mamás, AMLO dixit.
Hasta el momento el muchas veces cachondeado término de “represión” no ha hecho acto de presencia, como tampoco la muchas veces oficiosa comisión de derechos humanos para justificar la nómina.
SEA ESTA acción y la detención de otros tantos que protestaban bloqueando calles aledañas a las instalaciones de la Guardia Nacional punta de lanza para evitar de una vez por todas la toma de casetas.
Por: E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1