SEGÚN EL periódico oficial “Tierra y Libertad”, este lunes 15 de febrero el licenciado Uriel Carmona Gándara estará cumpliendo tres años en el cargo de fiscal general de Morelos. ¿Para celebrar? Veamos algo de ello:
So pretexto de la tallada secrecía de las investigaciones, ahí va su Fiscalía General del Estado (FGE) “pateando el bote” en la obligación de transparentar el ejercicio del servicio público en diversos rubros.
De la amplia variedad de delitos de que son víctimas o victimarios los morelenses y visitantes, ahí tienen el homicidio doloso. Durante la gestión de Carmona Gándara se han registrado 2 mil 350 casos de ese fenómeno.
SI BIEN es cierto que la comisión del homicidio es en primera instancia competencia de la Comisión Estatal de Seguridad, también lo es que a esa prevención le sigue la procuración de justicia “pronta y expedita”.
Y es ahí donde empieza a dudarse que este 15 de febrero deba ser día de celebración en torno al fiscal Carmona Gándara, cuyos blasones académicos resultan muy largos para los resultados que ha conseguido.
¿Qué ha pasado con las investigaciones sobre las 2 mil 350 personas que han sido asesinadas durante el tiempo que Uriel Carmona Gándara ha sido el fiscal general? ¿Cuántos victimarios han sido ajusticiados?
¡SHHH! OTRO argumento llevado al penoso nivel del pretexto ha tomado carta de naturalización en la procuración y administración de la justicia, esa que sólo en el discurso oficial es pronta y expedita, alias, sin atajos.
El “debido proceso” es la cantaleta de estos tiempos, no tanto para evitar que los criminales escapen a la acción de la justicia, sino más para ocultar cualquier probable ineficiencia, si no es que hasta trampa.
De tal modo que entre los muros de su reino, tal vez don Carmona Gándara quiera y pueda celebrar sus tres años de fiscal, mientras en la realidad de la calle la eficiencia habrá de medirse en el levantamiento de muertos.
CON ESOS inciertos resultados, la investigación del homicidio doloso es apenas una de las obligaciones de la Fiscalía General, y pensar en el volumen de secuestro, extorsión, la variedad de robos… mejor ni hablar.
Por E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1