ANTE LA variedad e intensidad de consecuencias negativas del negocio criminal de las drogas, tal vez ya sería el momento de tomar un poco más en serio el análisis para legalizar, en principio, el uso de la mariguana.

 

En momentos difíciles de cultivo, cosecha, transporte y venta de este enervante, las bandas han migrado y ampliado el menú delictivo vía el secuestro, la extorsión, el robo de vehículos, el “cobro de piso”, etc.

 

Sin embargo, la industria de la mariguana sigue siendo la plataforma criminal, sin que a través de años, lustros y décadas alguna estrategia haya podido abatirla, sino por el contrario ese negocio ha aumentado.

 

PARA INHIBIR la industria de la mariguana y delitos relacionados a partir del homicidio, ya se ha manoseado mucho el modelo aplicado en Medellín, Colombia, sin embargo no ha pasado de la nostálgica envidia.

 

Otrora también se puso la mirada en el norte continental, en Nueva York particularmente, donde el hoy asesor de Donald Trumph, Rudolph Giuliani, abatió en un 65 por ciento los asesinatos entre 1994 y 2002.

 

En consecuencia Giuliani bajó los delitos ligados con las drogas, pero cuando se le contrató en 2002 en el DF como asesor en seguridad fue un fracaso, porque Nueva York era una realidad diferente, como Medellín.

 

EL PLAN de regularizar del uso de la mariguana con fines recreativos no es nuevo, pero evidentemente han pesado en contra criterios del orden moral y de salud, mientras la industria sigue generado muerte.

 

El tema está en un cajón del Congreso de la Unión, con intentos de subirlo a la mesa como el de la diputada federal Lorena Villavicencio (Morena), con varios argumentos con el de la urge pacificación del país.

 

Además, dice la ex perredista y ex priista Villavicencio que la regulación de la mariguana atendería a necesidades sanitarias, de derecho al libre desarrollo de la personalidad y de la justicia… y a la relajación.

 

Y A menudo a la zaga, en Morelos su Legislativo parece ajeno a esta probabilidad de pacificación, ya no necesariamente para avalarlo o rechazarlo, sino en principio acaso para enterarse y normar criterio…

 

opinion@diariodemorelos.com

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