AÚN CON la moneda en el aire, la actividad de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización (ESAF) toma forma de tentador cuerpo para el manoseo y la posesión, sin importar que no la merezcan quienes la quieren.
Además, hay un serio problema que subyace a la elección que harán los diputados de la o él responsable de revisar el buen ejercicio del dinero público en dependencias y organismos de Estado de Morelos.
De hace muchos años el personal es insuficiente y muchos no tienen las mejores capacidades. Son muchos, sí, pero los que realmente hacen y saben hacer la chamba, pocos. ¿Cuántos están certificados?
CON ESO de que los dedos flamígeros se orientaron hacia quienes fueron secretarios de Movilidad y Transporte en la anterior gestión, ahí tienen quebrándose los dedos y bajando santos a David Martínez.
Más aún, José Ascención Monter San Juan, el también “profesor con más de tres décadas de servicio en la administración” preferirá olvidar su paso por la SMyT y de que puede ser llevado ante Doña Justicia.
Queda por ver la historia del pastorcito David Gómez Basilio y Jorge Messeguer, porque ni modo que también vayan contra un legionario de la Cuarta Transformación al servicio de AMLO: Manuel Santiago Quijano.
CUENTAN LAS de doble y hasta triple filo que hace no mucho llegó a oficinas del gobierno estatal una suerte de tarjeta sobre quién es quien en Morelos, y ello provocó la precisión de que el Idefomm se cuece aparte.
De cierto, vale apuntar que no de ahora, sino desde su constitución en septiembre del año 2000, ese Instituto es un ente ajeno a los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial; de ahí resalta el énfasis al desmarque.
Nadie dijo que exista algo anómalo en el Idefomm, pero tampoco que los afanes particulares de este instituto sean compartidos de manera abierta por todos y cada uno de los alcaldes y cabezas de otros poderes.
ENTRE MENOS burros, más olotes, dirían los abuelos priistas y panistas al cancelar el Impepac la opción de registro a unas diez organizaciones que quieren ser partido, como la de Jorge, el nini-eto de Emiliano Zapata.
Por: E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1