LA SABIDURÍA popular recomienda que “más vale un mal arreglo, que un buen pleito”, y tal vez eso le vendría bien a la sociedad que hace uso de los estacionamientos en tiendas departamentales y plazas comerciales.
El caso viene a colación porque una vez hecha oficial la obligación de condonar al menos la primera hora de estacionamientos a los usuarios de esos establecimientos comerciales, el ideal se ha vuelto un pleito.
Hace años se conocía que si el Poder Legislativo y los ayuntamientos iban adelante con esa medida para los operadores de aparcamientos, irremediablemente vendría una guerra de amparos, como hoy se ve.
DE ORIGEN, el cobro de estacionamiento en tiendas y plazas tomó carta de naturalización con el irrebatible argumento o pretexto de que había mucha gente que abusaba dejando su auto sin ser real cliente.
Alias, ponerle costo al estacionamiento desestimuló a los abusivos y fue buena oportunidad para que los operadores se hicieran de algunos pesos más… y se volvió ley no escrita, en perjuicio de otros “justos”.
En más de una administración estatal y municipal se había intentado, sin éxito, obligar la hora gratis para los clientes, pero no ha sido sino hasta ahora que se formaliza y se presentan los previstos amparos legales.
EN CUANTO a la obligatoriedad de al menos una hora gratis del estacionamiento a la clientela de los negocios, hoy que escaló al nivel de los juzgados se impone acaso un replanteamiento, la negociación…
Alias, dialogar tanto como sea necesario en el tónica del ganar-ganar para que el objetivo se haga realidad sin necesidad que tras los juicios alguna de las partes resulte vencida y se busquen más subterfugios.
Al automovilista le conviene mucho que no se le cobre la estacionada en los negocios, pero no en perjuicio total del negocio, si no es un real cliente; por lo que se impone el diálogo-negociación entre las partes.
TOCA ESPERAR los buenos oficios de la regiduría de Hacienda del gobierno de Cuernavaca y la voluntad de la gente de las tiendas con estacionamiento para hallar un acuerdo con diálogo, diálogo y más diálogo.
Por: E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1