EL “FLAMEANTE” secretario federal de Hacienda, Arturo Herrera, recién habló de “lo apretado de la situación financiera” en México, cosa que no sorprende a muchos, pues desde los bisabuelos se viene repitiendo.

Sin embargo, pone a pensar que pide a todos los gobernadores asuman los costos políticos de fortalecer las haciendas locales, pues la frase encierra una probable acción inconveniente para el “pueblo bueno”.

Lo que el ganador de la “rifa del tigre” quiso decir es que quienes gobiernan los estados aprieten la recaudación entre los gobernados o amplíen la base tributaria. Lo más fácil, cargarle más a los cautivos.

UNA VEZ confirmada la línea de “paridad de género” en el seno del gobierno estatal, corren los pronósticos y apuestas de qué varones serán sacrificados a fin de darle más espacios relevantes a las mujeres.

Dicen, los que dicen saber, que para cumplir la reforma constitucional en la materia el número mágico es 3; alias, que tres hombres dejen el lugar, sin que para ello se ponga en tela de juicio su aptitud y actitud.

Así la jugada, hay cinco secretarios que se ven cinchos, mientras que otros tantos están en el escenario del despido o reubicación; dicen, no apurarán movimientos, como tampoco el aviso previo. ¡Haaagan su juego!

DECÍA a mediados de la década pasada el panista Santiago Creel que se vivían tiempos de “sospechosismo”, fenómeno que llegó para quedarse y trascender hoy vivamente en todo proceso político-electoral.

¿Choro?, ¡no!, se aplica a la definición de cualquier personaje para cargo público, hoy en especial para la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización y el Instituto Morelense de Información Pública y Estadística.

Para el primer caso, anoche debió definirse al nuevo auditor, y fuera quien fuera el seleccionado, la nota sería que no generara siquiera un cuestionamiento a su probidad, sea con datos veraces o vulgar grilla.

LA DEFINICIÓN del comisionado faltante del IMIPE es tan relevante, que ayer los diputados no la tenían en orden del día, peeero, entre los tiradores ya urge, no tanto por la encomienda como por el salariote…

Por: E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1

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