UNA ligera sensación de descarga eléctrica se sintió hace días y es la hora que el calambrito no cede en pasillos del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana por su probable desaparición.
Cierto que el rayo segador no sería inmediato, pero siendo propuesta del mayoritario partido Morena en el Congreso de la Unión eliminar los Órganos Públicos Locales Electorales (Oples), la cosa está de acalambrar.
Acusó el consejero del INE José R. Ruiz: “Totalmente necesaria la desaparición (…) porque a partir de 2014 se quedaron sin atribuciones sustanciales y las pocas que realizan las tiene que estar revisando el INE”. ¡Sopas!
DICEN, los que dicen que saben, que el Artículo 533 de la Ley de Vías Generales de Comunicación sanciona casos como el de la liberación por particulares de las casetas de peaje, pero todo parece de fantasía.
Así fue en la anterior administración federal y persiste en la actual, donde la tragedia de los 43 de Ayotzinapa volvió a unos cuantos en usufructuarios de casetas como la de Tlalpan hacia Cuernavaca.
Paradojas del México de nuestro momento, hoy por conocido y común parece que se volvió legal cobrar 50 pesos “voluntarios”, y lo legal que sería detener a esos infractores se ha vuelto sinónimo de represión.
PARA evitar un nuevo sofocón, le vendría bien a las autoridades de la UAEM refrescarse los alcances de la autonomía universitaria, sobre todo cuando se trata de asuntos que involucran hechos delictuosos.
Entender que los campus son enclaves de gobernanza ajenos al estado y la federación para casos como la persecución de quienes mataron a la joven Mariana, equivaldría a insinuar estados de excepción e impunidad.
El mejor entendimiento de la autonomía de marras debería hacerse extensivo a toda la comunidad, sobre todo para que ésta no sea inflamada y sacada de las aulas para defender quizá otros intereses.
CON las leyes secundarias para la Guardia Nacional al punto, queda esperar que la promesa de que ese cuerpo policiaco entrará en acción en Morelos en junio no sea para los días finales, pero como sea ¡que venga!
Por E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1