Dicen que lo que mal comienza, mal termina. Dar la sede del Mundial a Qatar no fue solo un error sino fruto de una tremenda corrupción al interior de FIFA en sus más altos niveles. Joseph Blatter y una caterva de delincuentes se organizaron desde mucho antes, concretamente para la Copa del Mundo de Sudáfrica en 2010 para otorgar la sede a cambio de millonarias cantidades y lujosas prebendas.
Recuerdo que la votación para el primer torneo de esta índole en África quedó empatada entre los miembros del comité ejecutivo del máximo organismo rector del balompié mundial.
Esto obligaba al presidente Blatter a dar el voto de calidad y decidir la controversia. Se decretó un receso y tras varias horas se reanudó la sesión y entonces el representante de Oceanía, quien había votado en contra cambió el sentido de su voto para que de esa manera se definiera a Sudáfrica como anfitrión de la Copa del Mundo.
Con Qatar pasó algo muy similar pero hablando de futbol es una selección que no da coraje ver jugar…da ternura.
Dos derrotas y un tercer partido ante Países Bajos hacen creer que será el peor local en la historia.
En otro orden de ideas, el árbitro mexicano César Ramos repite designación ahora en el Bélgica vs Marruecos. Es obvio la confianza que el comité arbitral le tiene a él y a su equipo. De cuarta oficial estará una dama, Yoshimi Yamashita en esta mala pasada de FIFA de solo requerir a las árbitras como cuartas oficiales o quintas árbitras.
¡Suerte para México!
Por: Arturo Brizio Cárter / apbcarter_1@hotmail.com