A pesar de que WhatsApp mejoró la privacidad de su aplicación incorporando un sistema de cifrado de extremo a extremo en sus mensajes, lo cierto es que sigue siendo una aplicación que está lejos de ser completamente segura. Por ejemplo, hace menos de dos años se filtraron más de 360 millones de números de teléfono de WhatsApp en la dark web, lo que hace a estas cuentas susceptibles de sufrir un hackeo mediante un duplicado de SIM.
Además, la aplicación de WhatsApp ha sido calificada en numerosas ocasiones como una app de mensajería poco confiable debido a que está gestionada por Meta sin que exista una fuente de ingresos clara para la plataforma. Antes de su adquisición por parte de Facebook, WhatsApp cobraba una suscripción anual de entre 1 y 2 dólares, pero después pasó a ser gratuita porque a Facebook –ahora Meta– le convenía tener acceso a sus más de mil millones de usuarios.
¿Meta espía las cuentas de WhatsApp?
Mantener una aplicación de mensajería con el volumen de WhatsApp cuesta miles de millones de dólares al año, así que cabe preguntarse por qué Meta decide mantener la gratuidad de la app. La clave está en las vinculaciones cada vez más estrechas que hay entre WhatsApp y las otras plataformas de Meta, sobre todo Facebook e Instagram, que son sus principales redes sociales y, en consecuencia, sus mayores fuentes de ingresos.
A diferencia de lo que ocurre en Instagram y Facebook, WhatsApp no tiene publicidad integrada en la plataforma. Tampoco cobra la suscripción anual que solía cobrar. Facebook compró WhatsApp por 19 000 millones de dólares, así que muchas voces apuntan a que la empresa de Mark Zuckerberg monetiza WhatsApp mediante la recopilación de información privada de sus usuarios: una información que luego emplearía en sus otras plataformas.
La información de WhatsApp puede quedar expuesta de múltiples formas
Sea cierto o no, la recopilación de datos de WhatsApp por parte de Meta no sería la única forma entre nuestros datos quedarían expuestos en esta plataforma. Nuestros chats de WhatsApp son fácilmente accesibles a través de aplicaciones legales como las apps de control parental, a pesar del cifrado de extremo a extremo del que hace gala Meta. Pero, si estas apps acceden a nuestros chats, ¿qué nos garantiza la seguridad de nuestras conversaciones?
Lo cierto es que podemos tener muchas aplicaciones en el celular que estén interviniendo nuestros chats de WhatsApp y remitiendo esta información a terceros. Las aplicaciones maliciosas o infectadas con malware pueden tener acceso a la raíz del sistema y registrar las conversaciones de WhatsApp mediante capturas de pantalla, lo que no solo comprometería nuestra privacidad, sino también la de las personas con quienes conversamos.
Las herramientas de ciberseguridad pueden mitigar los riesgos
Hacer uso de aplicaciones como un antivirus puede reducir el riesgo de sufrir infecciones de malware en el celular, mientras que una VPN en línea puede establecer una segunda capa de cifrado para impedir que nuestras conversaciones se filtren mediante ataques de intermediario o vulnerabilidades de nuestra red Wi-Fi. Por eso es tan recomendable contar con esta clase de software de seguridad digital en todos nuestros dispositivos.
Si utilizamos WhatsApp de forma habitual en el trabajo o para nuestros estudios, también es buena idea configurar una copia de respaldo automática de sus chats. Este tipo de copias de seguridad en la nube nos permiten recuperar nuestros chats, fotografías y documentos en caso de que nuestro dispositivo sufra cualquier problema o sea robado, garantizando así la seguridad de nuestros datos más críticos.
Las aplicaciones modificadas, una amenaza
Por otra parte, debemos evitar la instalación de versiones modificadas del gigante de las apps de mensajería, porque en la mayoría de los casos se financian mediante el robo de datos de sus usuarios. Apps como WhatsApp Gold, WhatsApp Pink o WhatsApp Plus son especialmente populares en América Latina, pero están consideradas ampliamente como serias amenazas para la seguridad digital. La única forma de usar esta app de mensajería instantánea con seguridad es descargar la versión oficial más reciente.
El peligro de las aplicaciones modificadas se hace extensivo también a cualquier otra app que instalemos en el dispositivo en formato APK o IPA. El hábito de conseguir juegos gratuitos para el celular o versiones modificadas de Spotify que no requieren de suscripción puede costarnos mucho más caro de lo que pensamos si las aplicaciones están infectadas con malware.
En lugar de conseguir este tipo de aplicaciones de forma gratuita para ahorrarnos unos pocos pesos, es preferible que tengamos presentes los riesgos de seguridad de este tipo de descargas, y que las evitemos con el fin de prevenir posibles robos de datos en nuestros dispositivos. No debemos permitir que nuestros chats y foto6grafías caigan en malas manos.
