Este edificio civil de principios del siglo XVI, es el más antiguo de la época colonial no solo de México sino de toda la América Continental y lo tenemos en Cuernavaca, a lo largo de su historia ha sufrido severos daños en su estructura debido a fuertes temblores.
Por el temblor de 1845, la Prefectura de Cuernavaca reportó; “Daños a la iglesia principal -hoy catedral- con algunas cuarteaduras en el cañón de la bóveda, no son estas de ningún riesgo, y si lo es en el tercer cuerpo del campanario que con este sacudimiento se haya sumamente deteriorado y amenaza ruina”. (Ese tercer cuerpo del campanario originalmente era similar a los dos que lo sostienen, fue entonces necesario demolerlo y repuesto con estilo diferente a principios del siglo XX. Dañado de nueva cuenta y otra vez demolido por severos daños del pasado temblor de 2017). …“La casa nombrada “Palacio” que sirve de cuartel y de cárcel, ha sufrido mucho deterioro en sus paredes porque casi todas ellas se han cuarteado, lo mismo dos bóvedas que sirven de cubierta a los interiores”. Otro reporte del Ministerio de Relaciones Exteriores, Gobernación y Policía, finaliza; “El edificio ha quedado en estado ruinoso”.
Murales descubiertos y restaurados
Cuando un temblor es superior a 6.9 grados es ya un terremoto, el del 19 de septiembre de 2017 fue de 7.1, dañando la estructura del Palacio de Cortés con tres resquebrajamientos importantes en su largo de norte a sur, de tal magnitud que por fortuna no colapsó, pero si tuvo grietas de hasta 30 centímetros en sus muros, se derrumbaron almenas que fueron agregadas y sobrepuestas, el lado más afectado de esa mole fue el lado sur.
Para su restauración, primero se realizaron estudios técnicos, encontrando muchas intervenciones anteriores, realizadas en los muros con varilla y cemento, como de distintos tipos en las pinturas murales. Al realizar estos trabajos se descubrieron pinturas murales de Salvador Tarazona -entre otras- que habían estado ocultas con pintura de cal, están en la planta alta central donde estuvo el Congreso del Estado, serán ahora un atractivo extra. El contrato para el rescate de estos murales recién descubiertos, fue otorgado a especialistas, estando ya totalmente recuperados.
El edificio lleva dos etapas de restauraciones, la primara durante 2018 y 2019 con recursos financiados por el seguro contratado, que al agotarse se paró la obra. En el 2020 y 2021, se reanudaron los trabajos con recursos del “Fondo de Desastres Naturales de México”.
Hoy, ya está terminada la consolidación, la restauración, y el firme aseguramiento del edificio.
El torreón que era de piedra y ladrillo agregado al edificio en diciembre de 1899 para recibir el nuevo siglo XX quedó muy fracturado y se retiró, pesaba 44 toneladas, lo que significaba demasiado peso para la estructura tan añeja, por tal razón se reconstruyó con madera tratada especialmente, ensamblada y reforzada para darle la resistencia requerida, será idéntico en su forma original y pesará solo dos o tres toneladas. Este Torreón emblemático del edificio y de la ciudad está en detalles finales, es posible que en este mes de enero se pueda retirar su cubierta de malla, solo falta colocar el reloj que ya ha sido reparado. El reloj original fue inaugurado el primer minuto del primero de enero de 1900, ya había sido sustituido en varias ocasiones, después del reciente terremoto fue retirado y reparado por la compañía “Relojera Centenaria” de Zacatlán Puebla.
Los murales de Diego Rivera pintados en 1930, tienen otro proceso de restauración en diferentes etapas que están siendo normadas por el INBAL “Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura”, y llevará más tiempo debido a su tamaño y a los tantos detalles que restaurar.
En cuanto al Museo Cuauhnahuac contenido en este edificio, se retiraron todas las piezas para las reparaciones del inmueble, será totalmente renovado durante este año 2022, se reabrirá por etapas a partir de 2023 según la disposición de los recursos asignados que se han ido agotando. Ya se elabora un nuevo guion temático y otro museográfico que darán novedosos contenidos al museo.
Por otra parte, en cuanto a las reparaciones del Acueducto de San Carlos en Yautepec, severamente dañado por un impacto de pesado tráiler, se aplicó el seguro de la póliza que cubre solo el daño hecho, y no así la restauración de los restantes arcos. La obra se asignó a una empresa que inicio los trabajos conforme a un proyecto autorizado y supervisado. El acabado de esta restauración aparenta ser diferente por ser nuevo sin embargo, con las primeras lluvias irá tomando la pátina del tiempo como ha sucedido con la catedral, aun así, se buscara otra etapa de intervención con el presidente municipal entrante Agustín Alonso Mendoza para lograr una integración total de los cuatro arcos. El nivel de la carretera será bajado por la SCT para darle más altura a los arcos y así evitar nuevas colisiones contra los mismos, esta y todas restauraciones de edificios coloniales en Morelos son supervisadas por personal experimentado del INAH.
Agradecemos la entrevista y fotografías al Director del INAH-Morelos antropólogo Víctor Hugo Valencia Valera.
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¡Hasta la próxima!
Por: Carlos Lavín Figueroa / carlos_lavin_mx@yahoo.com.mx
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