Seúl.- Un trágico caso de presunto gwarosa (término coreano que se refiere a la muerte por exceso de trabajo) ha conmocionado a Corea del Sur y generado un debate nacional sobre las condiciones laborales extremas. Jeong Hyowon, un joven de 26 años que trabajaba como supervisor en la popular cadena de panaderías London Bagel Museum, falleció tras colapsar en su dormitorio de la empresa. Sus mensajes finales, revelados por su familia, han viralizado en las redes sociales, destacando la frase "No me di cuenta de que salté la cena" ("I didn’t even realize I skipped dinner"), que simboliza el agotamiento extremo al que estaba sometido.
Según informes, Jeong Hyowon laboraba cerca de 80 horas semanales, con turnos que a menudo superaban las 13 horas diarias. A pesar de tener días de descanso programados, era llamado constantemente para cubrir emergencias y manejar tareas administrativas hasta altas horas de la noche. Sus padres lo describieron como un hijo trabajador y amable que soñaba con abrir su propio café.
En los mensajes enviados a su novia en los días previos a su muerte, en julio pasado, se evidencia su fatiga acumulada:
- El 14 de julio: "Acabo de llegar a casa. Voy a dormir un rato" (8:06 p.m.), seguido de "Estoy haciendo el horario de agosto para el personal de Incheon ahora mismo" (11:55 p.m.).
- El 15 de julio: "Me voy a la cama ahora. Me concentré duro por una hora" (1:17 a.m.), y más tarde "Lo siento, no pude responder. No comí nada hoy. Sigo trabajando..." (7:10 p.m.), culminando con "Lo siento, no pude escribir. La tienda estaba tan caótica que ni me di cuenta de que salté la cena" (11:55 p.m.).
- El 16 de julio (día de su muerte): "Acabo de llegar a casa. Voy a comer pollo con compañeros en el dormitorio antes de dormir" (12:24 a.m.).
Estos textos, que muestran cómo priorizaba el trabajo sobre su salud y alimentación, han sido calificados como "desgarradores" por internautas.
La autopsia reveló que Jeong no tenía condiciones médicas preexistentes, y su familia ha solicitado compensación por accidente laboral, alegando que el exceso de trabajo fue la causa principal de su colapso.
Sin embargo, la empresa ha negado cualquier responsabilidad y se ha negado a proporcionar registros completos de sus horas laborales, lo que ha intensificado las críticas.
El incidente ha desatado una ola de indignación en las redes sociales, donde usuarios exigen reformas laborales más estrictas. En X (anteriormente Twitter), comentarios como "Como alguien que ha trabajado 80 horas semanales, puedes sentir que tu corazón empieza a fallar" y "¿Cómo es posible que en una panadería no puedan ni comer sus propios empleados?" reflejan la frustración generalizada.
Otros señalan que este problema no es exclusivo de London Bagel Museum, sino un mal endémico en Corea del Sur, donde las empresas sobrecargan a sus trabajadores por falta de personal adecuado. Este caso revive el debate sobre la cultura laboral tóxica en Corea del Sur, donde el exceso de horas es común entre los jóvenes empleados. Organizaciones como el Partido de la Justicia han instado a investigaciones exhaustivas y mayores protecciones para prevenir futuras tragedias.
Mientras tanto, boicots a la cadena de panaderías han surgido en línea, con usuarios declarando: "No iré a London Bagel Museum" hasta que se haga justicia.
La muerte de Jeong Hyowon no solo es una pérdida personal, sino un recordatorio urgente de los riesgos del sobretrabajo en una sociedad que valora la productividad por encima de la salud humana.
